Lo que se antojaba una inspección rutinaria en un establecimiento concluyó el martes con la detención de un presunto traficante de cocaína. Lo arrestaron los Mossos d’Esquadra al mediodía en el barrio de Sant Pere Nord. Llevaba encima más de treinta papelinas de coca, según indicaron fuentes próximas a las indagaciones.
No era la primera vez este año que los Mossos d’Esquadra, la Policía Municipal y funcionarios de Inspección de Trabajo llevaban a cabo una intervención conjunta, coordinada, en un establecimiento de concurrencia pública. Cada unidad participante en estos operativos, sin embargo, se dedica a una función relacionada con sus competencias habituales: los mossos a la seguridad ciudadana, la policía al cumplimiento de ordenanzas, los inspectores a la fiscalización de asuntos de índole laboral.
El martes, al mediodía, varias dotaciones policiales fueron vistas en la calle de Manresa. Los agentes se introdujeron en un comercio a eso de la una del mediodía y comenzaron la escudriña, y durante sus trabajos de identificación y cacheo saltó la liebre: un trabajador llevaba encima unos envoltorios sospechosos, que resultaron ser, supuestamente, papelinas con coca: algo más de treinta dosis, según fuentes próximas al caso.
La cantidad aprehendida no fue considerada compatible con el autoconsumo, por lo que el hombre, de 43 años, fue detenido como presunto autor de un delito contra la salud pública, de tráfico de drogas. Estaba previsto que el arrestado, de origen dominicano, pasase ayer a disposición judicial.
