La calzada de casi toda la Rambla de Francesc Macià, de punta a punta, desde la avenida del Vallès hasta la rotonda de la plaza del Aigua, quedó manchada ayer en sentido oeste por un reguero de aceite vertido por un coche averiado. La Policía Municipal y los bomberos debieron usar sacos de sepiolita para tapar la larga mancha y evitar deslizamientos.
Fue un agente de distrito de la Policía Municipal el que actuó en primer lugar tras saber del incidente: un coche, un Volkswagen Polo, estaba aparcado al final de la Rambla de Francesc Macià, casi en la esquina con la carretera de Matadepera, y había dejado tras de sí un hilo de aceite en la calzada que podía provocar resbalones.
Más agentes y dos unidades de bomberos se dirigieron a la rambla y emplearon sepiolita, suerte de arena especial para la absorción de fluidos, para tapar el extenso reguero. La mancha, de incidencia desigual, ocupaba más de cuatrocientos metros de longitud. La actuación duró una media hora.