Terrassa

CiU solo pactará con quien apoye la adhesión a la independencia

El tablero de los pactos se complica en la ciudad, donde Convergència i Unió lanzó ayer duras críticas a la alternativa de gobierno liderada por Terrassa en Comú y ERC-MES, que considera desautorizada y tilda de "sectaria". A pesar de ello, CiU asegura que la negociación sigue viva y no cierra puertas al acuerdo con nadie, pero advierte que cualquier pacto pasa "por el apoyo al derecho a decidir y la adhesión de Terrassa a la Associació de Municipis per la Independència".

Miquel Sàmper, el candidato de CiU a la alcaldía de Terrassa, compareció ayer ante los medios junto a la número 3 de la lista, Meritxell Lluís, en la misma Torre del Palau donde 24 horas antes TeC y ERC había escenificado su acuerdo para un gobierno alternativo en la ciudad, retando a CiU y a la CUP a "ser consecuentes" y votar por el cambio el 13 de junio.

"Esa presión no nos llega", dijo ayer Sàmper, que cuestiona la solidez del frente de las izquierdas después de que Podemos, ICV y EUiA, integrantes de TeC, hayan apostado públicamente por quedarse en la oposición. "La rueda de prensa de ayer es nula en la medida de que una parte importante de Terrassa en Comú ya dicho que no" a la posibilidad de gobernar la ciudad con ERC.

Los nacionalistas cargaron especialmente ayer contra Esquerra Republicana, a la que acusan de "pactar con una formación que no se define como soberanista. Todos nuestros concejales han firmado el compromiso de presentar una moción al pleno para votar la adhesión de Terrassa a la Associació de Municipis per la Independència. TeC no lo ha hecho y sorprende que ERC impulse un pacto de gobierno con una formación que no se manifiesta a favor de la independencia".

CiU asegura que en Terrassa todos los miembros de la federación, incluidos los militantes de UDC, han firmado el documento de adhesión impulsado por la ANC. Sus tres concejales decidirán dentro de dos sábados quien es el nuevo alcalde de Terrassa, y Miquel Sàmper dejó ayer nítido y claro que "cualquier acuerdo, también con el PSC, pasa por la adhesión a la AMI".

Las elecciones del pasado 24 de mayo dibujan un pleno fragmentado en Terrassa, donde cada vez está más claro que la incógnita sobre quien será el alcalde no se despejará hasta el último momento. Los tres votos de CiU y el concejal de la CUP tienen en su mano descantar la balanza en favor de un gobierno del PSC o uno liderado por TeC y ERC.

La CUP ya ha advertido que la última voz la tiene una asamblea abierta que se celebrará uno o dos días antes del pleno de investidura. Ayer, CiU también chutó hacia adelante y anunció que será su militancia quien tenga la última palabra sobre los pactos. La asamblea de la federación está convocada para el 11 de junio.

"Este s un proceso largo, difícil y costoso -dijo ayer Sàmper-. Todos querrían por higiene democrática un cambio en el Ayuntamiento, pero el cambio hay que hacerlo desde el rigor y la seriedad".

Pese el varapalo nacionalista al bloque de las izquierdas, Convergència i Unió asegura que, en su agenda política, "todas las opciones siguen abiertas". La federación no cierra la puerta a hablar con nadie, dice, incluso con Terrassa en Comú, que ha descartado explícitamente a CiU de cualquier acuerdo programático y de gobierno.

Eso sí, "para hablar con ellos deberían haber movimientos", dijo ayer el independiente Miquel Sàmper. " No es un tema de sillas, sino de programa. La nueva política debería basarse en el pacto, no en la exclusión. Si aquellos que hacen bandera de la regeneración democrática excluyen a los que han sido elegidos democráticamente están practicando una política sectaria".

El "movimiento" que CiU pide a TeC es un gesto inequívoco a favor del proceso soberanista. "No vale que hagan como Ada Colau diciendo que votó Sí-Sí el 9N -puntualizan-. Deben postularse a favor del derecho a decidir y a la adhesión de Terrassa a la AMI", una condición que "también debería exigir ERC a cualquier socio".

Nacionalistas y democristianos son conscientes de que en el seno de Terrassa en Comú conviven distintas sensibilidades sobre el proceso soberanista. De hecho, la plataforma reiteró el lunes en rueda de prensa su defensa del derecho a decidir, de la soberanía del pueblo catalán y el respeto a la decisión que adopte sobre su futuro.

Ahora, la exigencia de CiU aleja la posibilidad de un acuerdo con el bloque de izquierdas, pese a lo cual la federación sostiene que "las negociaciones siguen abiertas y no excluyen a nadie".

Una ruptura definitiva del diálogo con TeC y ERC dejaría la alcaldía definitivamente en manos del PSC, ya que si nadie consigue mayoría absoluta en primera vuelta, asumirá el gobierno de la ciudad como fuerza más votada en las elecciones municipales.

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