Un terrassense de 30 años, de origen uruguayo, está entre los cinco detenidos por los Mossos d’Esquadra como presuntos autores de tres atracos a joyerías, dos consumados y uno en tentativa.
El 27 de marzo fue perpetrado el primer robo en una joyería de Abrera. Según los mossos, uno de los delincuentes se hizo pasar por cliente para que le abriesen la puerta. Otro tipo estaba fuera. Cuando el primero entró, aguantó la puerta para el segundo. Amenazaron a la dueña de la joyería, le pusieron un cuchillo en el cuello; mientras uno la obligaba a que abriese la caja fuerte, otro desvalijaba los escaparates. Huyeron en un coche.
El siguiente atraco fue cometido en Olesa de Montserat con la misma forma de entrada y con el uso de cuchillos. Los asaltantes, dos, tiraron al suelo al dueño y a una representante de artículos de plata, a la que sustrajeron su muestrario. Vaciaron la caja fuerte y las estanterías e hirieron con arma blanca al joyero en el codo cuando intentó pulsar el botón de alarma.
La unidad central de atracos investigó los robos y los conectó. Seguramente analizó imágenes de seguridad; todo apuntaba a que los asaltantes habían inspeccionado antes los locales. Los mossos, que tenían identificados a tres sospechosos, supieron que el siguiente golpe iba a ser en una joyería del barrio del Congrés, en Barcelona.
El 20 de mayo los investigadores intervinieron justo cuando tres delincuentes se disponían a irrumpir en ese establecimiento. Llevaban las manos enguantadas, y cuchillos y navajas, y bolsas para las joyas. Los tres, uno de ellos el líder, fueron arrestados. La policía detuvo luego a dos más. Al parecer, estos dos individuos, que habían sido sustituidos por otros dos porque el cabecilla había dejado de confiar en ellos, están acusados de participar en los dos primeros asaltos. En uno el botín fue de 40.000 euros en joyas. En el segundo, de 31.281 en artículos y 3.000 en metálico. Dos de los detenidos ya están en prisión.
