Esquerra Republicana de Catalunya ha saltado al ruedo post electoral para replicar al candidato de CiU, Miquel Sàmper, que ayer pedía "generosidad" a la izquierda local en las negociaciones para la investidura de un alcalde alternativo al PSC, y sugería la posibilidad de que ERC, CiU y TeC se alternaran en el cargo.
"ERC no habla ni hablará de personas -respondía ayer el líder republicano Isaac Albert- porque el objetivo es generar un proyecto alternativo y sólido. Negociamos programa, no sillas ni la vara de alcalde".
A los independentistas también les ha sorprendido que su socio en la construcción de una alternativa de gobierno al PSC, Terrassa en Comú, situara ayer a Xavier Matilla como rival de Ballart en la investidura. "Es que no hay nada decicido. Ni siquiera hemos hablado de nombres, ni con TeC ni con CiU", insiste Albert.
El líder republicano cree que ahora toca "trabajar para sumar", desde la premisa de que "el PSC ha sido el partido más votado y por lo tanto puede gobernar. Creen que han conseguido un buen resultado, pero la realidad es que afrontarían un gobierno frágil. Nuestro objetivo es presentar un cambio creíble y quien no se sume que lo justifique".
TeC (6) y ERC (4) necesitan el apoyo de CiU (3) y la CUP (1) para sumar los 14 votos que le garanticen la alcaldía en primera vuelta. Albert asegura que en este momento no le preocupa la aritmética y que "si no sumamos, pues haremos oposición, y quizá consigamos el cambio dentro de un año o dos. Mientras tanto, podemos gobernar desde la oposición, marcando la hoja de ruta de las decisiones de un gobierno en minoría".
El próximo 13 de junio ERC regresarán al pleno tras una remontada espectacular en las urnas. El partido ha manifestado en campaña su voluntad de ser la clave del cambio, de ejercer de partido bisagra entre la izquierda alternativa de TeC y los nacionalistas de CiU si, como así ha sido, necesitan sumar.
En este momento, sin embargo, esa interlocución parece diluirse por el convencimiento de que pesa más el juego de sillas que la búsqueda de coincidencias programáticas. "Si CiU apuesta por el cambio como ha dicho en campaña, tendrá que justificar muy bien en el pleno qué es lo que no le gusta de nuestra propuesta y por qué no facilita el relevo. Y si es porque no le hemos dado un año de alcaldía, pues que lo diga".
En ERC están convencidos de que el mandato será largo y marcado por un constante baile de mayorías. "En el primer pleno después de la investidura habrá que pactar las retribuciones y qué temas pasan por junta de gobierno o se votan en pleno, asuntos en los que marcaremos perfil". ERC intentará también que el Terrassa sea municipio por la independencia y que el pleno se comprometa a respetar, "sea cual sea", el resultado del 27-S. "Nadie debe dar nada por hecho -insiste Albert-. Por eso necesitamos construir las paredes sólidas de un proyecto de mandato".