Uno era director de una sucursal bancaria. El otro tenía antecedentes penales por estafa. Y de estafa precisamente acusa a ambos el Ministerio Fiscal: de estafar a dos chicas que acababan de cumplir los 18 años, de engañarlas para que suscribiesen dos créditos por valor de 74 mil euros en total. Según la acusación, los dos procesados se quedaron con el dinero. El fiscal pide para uno cinco años de prisión y una multa de 3.600 euros. Para otro, tres años de cárcel y la misma sanción económica.
La sección quinta de la Audiencia Provincial prevé celebrar hoy el juicio, si bien los hechos acontecieron hace casi nueve años, en octubre del 2006. Según el escrito de acusación, los encausados indujeron a las dos víctimas "a formalizar dos contratos de préstamo respectivamente, sin aportarles los datos necesarios para tal gestión, aprovechando la inexperiencia, desconocimiento bancario y juventud de las mismas". Las jóvenes eran muy jóvenes: acababan de alcanzar la mayoría de edad, "circunstancia ésta conocida y utilizada por los acusados en su propio beneficio".
Así se desarrolló el procedimiento, según el Ministerio Público: V. S. A. acompañó a las muchachas a la oficina de Ca n’Anglada de la que era director F. J. Z. R. Como es natural, este hombre infundía confianza dada "la credibilidad profesional inherente a su cargo", dice el fiscal. Este hombre, añade, aceptó copias falsificadas de nóminas de trabajo de las perjudicadas "a sabiendas de su falsedad". Las nóminas, aportadas supuestamente por el otro acusado, eran de una compañía de seguridad y constituían la garantía del pago del crédito. No había ninguna relación laboral de las víctimas con la citada empresa.
Al cabo, las chicas suscribieron dos contratos de préstamo por importe de 37 mil euros cada uno. Pero no llegaron a percibir el dinero, pues, según manifiesta la acusación, los dos procesados se apropiaron de las citadas cantidades "mediante engaño".
El Ministerio Fiscal, en sus conclusiones provisionales, considera al director bancario autor de un delito de estafa agravada y solicita que le sea impuesta una pena de cinco años de prisión. Al otro procesado lo culpa de delitos de estafa y falsificación en documento mercantil y pide al tribunal tres años de prisión. Y afirma que los dos individuos deben indemnizar a las perjudicadas con 37 mil euros a cada una "por la cantidad defraudada y no devuelta", y con los intereses "que se generen respecto a las mismas (cantidades) por las entidades de recobro devengadas hasta la ejecución de sentencia".