El Hospital de Día de Neurorrehabilitación de Vall d’Hebron, que ofrece tratamiento integral cada día de 09:00 a 16:00 horas a los pacientes adultos que han sufrido una lesión cerebral por ictus o traumatismo craneoencefálico, ha celebrado este lunes su décimo aniversario.
Este hospital de día de neurorrehabilitación fue el primero que se creó en el sistema sanitario público catalán y forma parte de la Unidad de Neurorrehabilitación, integrada en el Servicio de Rehabilitación desde hace 55 años, cuando nació el propio hospital Vall d’Hebron.
La jefa del Servicio de Medicina Física y Rehabilitación, Judith Sánchez Raya, ha explicado en rueda de prensa que “el hospital de día atiende a unos 45 pacientes cada año, el 80% por ictus y el 20% restante por traumatismo craneoencefálico”.
Sánchez ha señalado que actualmente atienden a unas diez o doce personas y ha añadido que “el período medio de estancia en el hospital de día es de seis semanas”, aunque ha enfatizado que “el tiempo depende del grado de afectación y evolución del paciente”.
El ictus afecta a unas 120.000 personas en España -el hospital Vall d’Hebron atiende a 1.400 pacientes por ictus al año- y se produce por la obstrucción del flujo sanguíneo de una arteria, lo que origina una disminución del riego sanguíneo en el cerebro provocando un daño neuronal.
Una de cada cinco personas va a sufrir un ictus cerebral a lo largo de su vida y en el 50 % de los casos produce discapacidad.
El objetivo principal del equipo del hospital de día, ha explicado Sánchez, es que “los pacientes que hayan sufrido un daño cerebral, tumoral o vascular recuperen sus habilidades cognitivas, psicológicas, funcionales y sociales” y “puedan recuperar su día a día”.
“Atendemos a los pacientes desde su ingreso en fase aguda, cuando acaban de sufrir un ictus, por ejemplo, hasta que acaban la atención ambulatoria”, ha explicado Sánchez, quien ha añadido que “el hospital de día sería el área de transición entre el ingreso hospitalario y el alta”.
Según Sánchez, el equipo está integrado por “22 adjuntos, 47 fisioterapeutas, 5 terapeutas ocupacionales, 5 logopedas y un foniatra”, un equipo multidisciplinar que “permite ofrecer un tratamiento integral y personalizado a los pacientes”.
Ha explicado también que “los fisioterapeutas trabajan en la mejora de la movilidad, el equilibrio y la marcha, y en estimular el control motor” y los terapeutas ocupacionales “se centran en que los pacientes aprendan de nuevo a hacer tareas de la vida cotidiana, como cocinar, andar, levantarse de la cama o ir a comprar”.
Por su parte, los “logopedas reeducan alteraciones del habla, el lenguaje y la deglución” y los neuropsicólogos “trabajan las funciones cognitivas, como la memoria o la atención”.
La jefa clínica de la Unidad de Neurorrehabilitación del Servicio de Medicina Física y Rehabilitación, Susana Rodríguez, ha afirmado que “el perfil de paciente del hospital de día “no tiene más de 75 años”, aunque -ha añadido- “también tenemos pacientes de 18 y 20 años”, y “un 80% de los pacientes son hombres”.
Rodríguez ha explicado que “no todos los pacientes cumplen el perfil para venir al hospital de día”, bien “porque no pueden tolerar un tratamiento intensivo, como los que presentan una pluripatología o una discapacidad previa, por ejemplo” o porque “han recibido el alta casi inmediatamente”, en un contexto en el que “las altas por ictus cada vez son más precoces”.
En cuanto a los retos futuros del hospital de día, Rodríguez pone la mirada en los familiares de los pacientes por ictus, “que se encuentran de forma inesperada con una situación muy diferente” y “con una carga importante y cambios en los roles familiares, profesionales y de relaciones”.
“Incentivamos la participación de los familiares en los programas de rehabilitación para unificar y reforzar las normas y consejos médicos”, ha explicado Rodríguez, con el objetivo de “no sobrecargar a la familia de responsabilidad, sino, al contrario, para potenciar la autonomía del paciente y que la familia pueda delegarles más tareas”.
Uno de los pacientes del hospital de día, que lleva cinco meses en rehabilitación por un ictus cerebral, ha pedido que “se dote de más efectivos humanos y técnicos” porque “muchos se sorprenderían de lo que hacen desde el hospital con tan pocos recursos”.