Comunicadores de salud, representantes de asociaciones de pacientes, profesionales sanitarios e informáticos han participado en una mesa de debate en el XV Congreso de la Asociación Nacional de Informadores de Salud en colaboración con la iniciativa #SaludsinBulos. En este debate celebrado en Oviedo los participantes han coincidido en que el incremento de los bulos se debe a la extensión de las redes sociales, la progresiva reducción de la lectura de noticias a los titulares; el clickbait o contenidos alarmistas destinados a generar ingresos publicitarios; y los bots o sistemas automáticos de generación de contenidos en redes.
El área donde más bulos se producen es en alimentación, según destaca Miguel Ángel Lureña, doctor en Ciencia y Tecnología de los Alimentos y cazabulos de #SaludsinBulos. “Somos víctimas de lo que podríamos llamar la gran paradoja alimentaria: tenemos un enorme volumen de información sobre alimentación a nuestro alcance y la consultamos con frecuencia, pero a pesar de ello estamos completamente despistados a la hora de alimentarnos. Son muchos los factores que contribuyen a esta situación; aunque sin duda, uno de los más importantes es la difusión de información poco rigurosa o directamente falsa. Los bulos alimentarios están a la orden del día y corren como la pólvora por Internet”, señala.
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