Opinió

El problema de la asistencia sanitaria en Catalunya

ANTES de la pandemia ya teníamos una situación en la asistencia sanitaria inaceptable. Ahora tenemos 22,83 personas por cada mil habitantes en listas de espera para intervención quirúrgica. El tiempo medio de espera para ser operado es de 155 días (en España la media es de 121 días). Es la comunidad con más retraso en la atención sanitaria de toda España.

Esta situación viene producida por el incremento de privatizaciones de servicios sanitarios y porque es la zona con menos presupuesto per cápita de toda España, según la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública.

En dos meses se ha incrementado en 40 días más el tiempo de espera. El Govern admite que habrá que reprogramar 70.000 intervenciones retrasadas.

Según el secretario general de Metges de Catalunya, Josep Maria Puig, en mayo ya decía que para una intervención quirúrgica urgente oncológica o cardíaca se ha más que duplicado el tiempo de espera, para una operación de corazón ha pasado de 26 días en febrero a 58 días en abril, mientras que para una intervención de cáncer la demora ha pasado de 19 a 42 días. El dirigente sindical también ha reclamado más camas de hospital -la red hospitalaria de utilización pública ha perdido más de mil plazas por los recortes- y un margen de tiempo para poder recuperar "una plantilla médica colapsada, tanto desde el punto de vista físico como emocional, por el sobreesfuerzo que ha hecho ante la Covid. El director del Servei Català de la Salut (CatSalut), Adrià Comella, ha alertado de que el sistema sanitario no recuperará las 70.000 intervenciones aplazadas por la crisis del Covid-19 hasta dentro de dos años. La consellera Alba Vergés lo ha ratificado. Entre los procesos aplazados y los nuevos incorporados, en estos momentos 338.308 personas esperan poder ser visitadas por un especialista y 173.694 personas esperan para ser operadas. Pero no saben cuándo será.

Por otro lado se prevé en los presupuestos de la Generalitat mantener el gasto en sanidad del anterior ejercicio de 9.716 millones de euros. El equivalente al 5,9% del PIB. Estas previsiones son del todo insuficientes ante la pandemia. ¿Por qué mantiene la misma previsión económica si tenemos la pandemia desde marzo contagiando? Puede que sea para que, ante la falta de recursos que se generarán de nuevo, haya que recurrir a los amiguetes en sus hospitales privados.

La política de privatización de todos los gobiernos de la Generalitat ha sido el cáncer de la sanidad pública en Catalunya. Ahora más que nunca es cuando se necesitan más recursos económicos para hacer frente a la emergencia sanitaria que ha generado el Covid-19. ¿Y qué es lo que hace el actual gobierno? Primar la sanidad privada.

Por otro lado se prevé en los presupuestos de la Generalitat mantener el gasto en sanidad del anterior ejercicio en 9.716 millones de euros. El equivalente al 5,9% del PIB. Estas previsiones son del todo insuficientes ante la pandemia. Ahí se ve la voluntad del Govern de la Generalitat ante el drama que vivimos.

Catalunya se encuentra en el 12.º puesto en inversión sanitaria del conjunto de la Unión Europea, incluso por debajo de España en un 0,4% sobre el PIB y 350 euros menos por ciudadano del Estado español. O lo que es lo mismo, la Generalitat invierte 2.663 millones menos en sanidad que el resto de España.

Por otro lado Metges de Catalunya denuncia la mala planificación del Govern de la Generalitat para afrontar los rebrotes de coronavirus y reclaman más recursos y personal sanitario, y recuerda que la sanidad catalana sufre un déficit de 800 médicos de atención primaria.

Tras la sacudida sanitaria, un abrumador 98,9% del colectivo médico cree que es necesario un nuevo modelo sanitario, donde los facultativos tengan un papel clave y fundamental en el diseño, la organización y el desarrollo del sistema. Por otra parte, un 64,2% apoya la convocatoria de una nueva huelga después del verano a la atención primaria del ICS, si no mejoran las condiciones laborales y retributivas.

Por otro lado Marea Blanca reclama la apertura de los CAP con sus prestaciones de atención primaria atendiendo la asistencia domiciliaria. Que se recuperen los 3.000 profesionales y los 350 millones de euros anuales para mejora del sistema que supusieron las consecuencias y víctimas de los recortes del 2011.

En lugar de reforzar la actual realidad degradada de la sanidad pública en Catalunya, fruto de la política privatizadora de CiU y PP durante años y puesta en evidencia por la pandemia, aportando los recursos necesarios para reforzar la asistencia primaria, las consultas externas, las UCI, las camas hospitalarias y los quirófanos, con todos los medios humanos y mecánicos necesarios, optan por implantar un nuevo orden en la atención primaria basado en la gestión telemática. Eso significaría que cuando nos encontremos con problemas de salud sigamos siendo atendidos por alguien que, desde un teléfono y con altas dosis de "videncia", será capaz de solucionar nuestras necesidades asistenciales. Ahora es cuando se necesita más que nunca que esa ciudadanía que tanto fervor ponía con sus aplausos salga de sus balcones y baje a la cruda realidad de la calle, y junto con el colectivo de profesionales sanitarios (que están en pie de guerra en estos momentos) consigamos doblegar los intereses corporativos de los grupos financieros aseguradores que están detrás de la voluntad de los poderes públicos de seguir por la senda privatizadora. Sólo recuperando la conciencia que el miedo al Covid-19 nos ha inmerso en esta apatía colectiva que sólo favorece a esos indecentes.

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