El paso del “yo” al “nosotros” no es automático, requiere voluntad. Todo hábito instaurado necesita de un esfuerzo personal para deshabituarse y asentar, de nuevo, el alternativo. Requiere un ejercicio transformador. El cambio de hábito, de posición ante algo que viene siendo la “norma”, es lo que genera una alternativa con significado. Volver a la nueva “normalidad”, ¿ha merecido la pena tanto esfuerzo y sacrificio humanos? ¿Es que la sociedad que teníamos era la ideal y queremos recuperarla nuevamente? ¿No hemos aprendido nada?
Solamente hay aprendizaje significativo cuando algo nos traspasa y nos toca hondo; cuando queda incorporado a nuestros recursos y estrategias más íntimos y actuamos en consecuencia.
Es una invitación a que vivamos el cambio interior transformador. Que esta situación no haya sido “algo que pasa”, ni incluso “algo que me pasa”, sino “algo que me traspasa” y transforma mi proyecto de vida. Entonces sí, pasaremos del “yo” o del “mi” tribal a la ciudadanía global. Entonces ya no “volveremos”, sino que entre todos crearemos, generaremos, una nueva sociedad comprometida con el respeto de la dignidad de cada ser humano y del medio ambiente. Ahora sí, deseosos de que se convierta en “normalidad”.