Opinió

Cuando el ruido termine

Desde pequeñito me enseñaron a hacer valoración del curso al acabarlo y ha llegado el momento de hacer balance de este, el primero completo de esta legislatura. En ese momento en el que afloja el ruido de mi cabeza, analizo lo bueno y lo no tan bueno, pero me quedo solo con lo que he aprendido. Este año el ruido político ha invadido la ciudad a base de portadas alarmantes y de titulares cuanto más escandalosos mejor. La oposición ha pretendido que la gente de Terrassa se sintiera en una ciudad a la deriva, como si estuviéramos en la Marbella de Jesús Gil. Nada más lejos de la realidad, pero hemos caído en su juego, sobre todo yo, y me disculpo por ello.

Este ruido ensordecedor, esta agitación continua, no es casualidad que se produzca justo ahora, justo cuando Terrassa ha votado algo nuevo. Pero hoy no quiero pensar en la oscuridad, porque sé seguro que cuando el ruido se diluya, quedarán las cosas que son reales, y entre ellas hay muchas cosas bonitas que han pasado, están pasando o pasarán en la ciudad.

Vivimos en una ciudad que ha afrontado mejor que ninguna de las grandes de Catalunya los primeros meses de Covid-19. No es mi opinión, lo dicen las cifras. Y esto no es casualidad, así que empezad a sacar pecho, porque sois de Terrassa y aquí se ha hecho una gran gestión de la ciudadanía y las instituciones, que de la mano, han ayudado a salvar vidas.

Nos habíamos olvidado, pero ya está rodando por las calles el bus gratis al hospital, pese a que para algunos, primero era una falsa promesa y después una medida innecesaria.

Podemos sentir orgullo porque tenemos por fin un albergue de juventud. Un espacio espectacular que, tras muchísimos años cerrado, se abrió para atender a las personas más vulnerables de la ciudad durante la pandemia. Y después de este bonito uso, tendrá su función definitiva: promocionar el turismo en nuestra ciudad y además será un lugar precioso y especial, gestionado por personas con discapacidad intelectual.

Hemos cuidado a nuestras niñas y niños, aumentado las becas para casales de verano y de invierno y creado una línea de ayudas específicas para familias monomarentales, algo que nadie había hecho. Podemos estar orgullosos de la atención que Terrassa da a su infancia. Hemos ampliado los recursos con nuevos proyectos, como el nuevo centro diario de Egara o el esplai en la calle de Ca n’Anglada, espacios que llenan las calles de amor, oportunidades e implicación.

Hemos dejado de ver caras pintadas de negro en las fiestas populares y los animales han dejado de correr peligro en las celebraciones. Personas con necesidades especiales han podido disfrutar por primera vez del espectáculo de color en los tramos en silencio de la rúa de carnaval y el cine ha llegado a los barrios con los ciclos Gaudí.

Hemos conseguido que los eventos culturales sean para todo el mundo y no solo para quien se los pueda permitir y seguiremos llenando los institutos de instrumentos para que tocar uno de ellos esté al alcance de todas y todos.

Costará, pero veremos nuestras calles más limpias, con agua a presión y nuevas fórmulas para la recogida. Y tras décadas esperándolo, tendremos un plan director para las rieras.

Hemos creado la web www.botiguesobertes.cat para dar visibilidad a los comercios de la ciudad y hemos dado facilidades fiscales y organizativas para que comercios y bares soporten este duro golpe.

Veremos, por fin, como se remodela nuestro Estadio Municipal y como Terrassa vuelve a acoger un evento deportivo internacional, el Mundial Femenino de Hockey. Y un gran barrio como les Fonts inaugurará, ahora de verdad, el nuevo estadio de rugby y futbol. Estamos dando muchos pasos hacia un deporte más inclusivo, estableciendo desde Servicios Sociales acuerdos con los clubes deportivos y sociodeportivos para que nadie se quede sin hacer deporte por motivos económicos.

Luchamos por conseguir un sistema alimentario más justo, más sano, más sostenible y más económico en nuestra ciudad y para ello nos hemos adherido a la Carta Alimentaria de la región metropolitana, que marcará nuestras políticas en ese sentido .

Hemos puesto el bienestar animal en el centro de la agenda política, consiguiendo que se hable de él en cada pleno, y ya estamos viendo los resultados, cuadriplicando el número de adopciones gracias a nuestras campañas. Muy pronto tendremos un protocolo de ciudad contra el maltrato animal y además el CAADC pasará a manos de la nueva concejalía de Benestar Animal, después de 20 años dependiendo de Eco-Equip al no existir un servicio específico.

Y no nos olvidemos la forma de afrontar el COVID, no olvidemos el reparto de mascarillas, la gestión telemática de las ayudas sociales, el seguimiento diario de residencias y de personas vulnerables o la información minuto a minuto durante toda la crisis, para que nadie se sintiera desprotegido o desinformado. Cuando superemos esta pandemia, que lo haremos, seguiremos con el mismo empeño de proteger e informar. Ya está en marcha la creación de la oficina de atención a la Gent Gran y la de orientación en temas de salud, porque nadie debe sentirse solo en situaciones difíciles.

Todo esto y mucho más ha pasado o está pasando en Terrassa en un año de mandato. En el año de la pandemia. Nos ha tocado vivir un momento muy difícil que nadie vió venir, pero tenemos muchas ganas de trabajar y de cuidar de nuestra ciudad. Por eso, a pesar del ruido y los momentos duros, cuando pienso en lo que hacemos, me sale una sonrisa.

Que tengáis un buen agosto.

* L’autor és 4º. Teniente de Alcalde del área de Derechos Sociales Concejal de Servicios Sociales y Empleo, Bienestar animal, Estructura Territorial, Distritos y Equipamientos Presidente del Consejo Municipal del distrito 6

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