Opinió

Día de los abuelos y abuelas

STE domingo fue el día de los abuelos y abuelas y desde el partido socialista de Terrassa nuestro más profundo reconocimiento, admiración y respeto a esta generación que ha sido capaz de salir adelante después de una guerra civil, iniciada por parte de los sublevados al gobierno democrático de la II República. Una guerra que duró cuatro años, dejó el país totalmente hundido y destruido, pero con mucho trabajo y decisión fueron capaces de levantarlo a pesar del gobierno dictador que no permitía acción solidaria, social o profesional a favor de los más necesitados, que lamentablemente eran varios millones de hombres, mujeres, niños y niñas. Los abuelos y abuelas siempre están en los momentos que más se les necesita. Después de varias crisis económicas, sociales y profesionales, ahí están, siguen ayudando con mucho amor y cariño a sus familias, incluso, por desgracia, han tenido que ayudar económicamente, aun teniendo unas pensiones bajas, a la economía familiar.

Es por eso que siguen estando todos los lunes manifestándose a las puertas de nuestros ayuntamientos contra los recortes a las pensiones y a la Seguridad Social. Yo estuve en Bilbao en el mes de agosto del año pasado y seguían manifestándose, esto es una prueba más de su comportamiento solidario y responsabilidad para con los demás, ya que no solamente luchan por las mejoras de sus pensiones, luchan por las mejoras de las pensiones de las futuras generaciones.

Antes de la pandemia causada por el Covid-19, muchos de los abuelos y abuelas se encargaban de llevar y traer a sus nietos y nietas de los colegios a las diferentes actividades manuales y de ocio que tenían, siendo así un pilar muy importante para su educación. Por desgracia, esta pandemia lo ha cambiado todo, no se puede disfrutar como antes de nuestros seres queridos, y es un momento de prevención máxima. Por eso, en el día de los abuelos y abuelas, quiero que nos concienciemos todos y que tomemos las medidas de salud necesarias para no contagiar a los demás y sobre todo no contagiar a nuestros queridos abuelos y abuelas, ya que somos un colectivo de alto riesgo.

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