Cada vez más, por el paso del tiempo y por cómo están evolucionando los servicios de urgencias hospitalarias, se sabe cuándo se llega al Hospital pero no cuándo se sale. Por no hablar de las condiciones en las que se trata a los enfermos durante su estancia. Lo que debería ser un servicio de paso se convierte en una estancia prolongada (y de mal gusto en muchas ocasiones). Hemos llegado a un nivel de tolerancia en el que parece que ya no nos importa que nos atiendan en un pasillo, o sentados en una silla junto a una hilera de sillas de ruedas ocupadas, o sobre una camilla en mitad de los espacios abiertos y en un ambiente ruidoso. Enfermeros tomando constantes sin intimidad. Médicos que nos hacen la entrevista clínica en presencia de multitud de enfermos. Y, mientras tanto, un anciano se hace sus necesidades encima ante la imposibilidad de avisar para que le atiendan correctamente.
Los profesionales hacen lo que pueden, y los enfermos parecen expresar complicidad hacia médicos y enfermeros, aunque ésta se acaba cuando el protocolo insinúa que hemos sido irresponsables por no ir primero al CAP: ¡El mundo al revés! Eso sí, los gestores se frotan las manos y se ponen medallas de excelencia en la gestión: "Los números salen en verde", comunican abiertamente en congresos sin atisbo de rubor.
¿Saturación? No, es culpa de la gripe en invierno y de la ola de calor en verano… O, quizás, una conspiración de enfermos que se han puesto de acuerdo para acudir en masa al servicio de Urgencias… Los testimonios de pacientes se han ido acumulando los últimos meses en lo que ya evidencia un problema estructural de los servicios hospitalarios de urgencias en nuestra ciudad, y sobre todo de los de MútuaTerrassa. Lo interesante es que ya hay muchos profesionales de la sanidad que se han unido a estas denuncias y las hacen llegar con detalle.
En el pasado pleno municipal se aprobó por unanimidad una propuesta de Ciutadans, con alguna aportación del PSC, en la cual se daba apoyo a los profesionales de la sanidad en nuestra ciudad. Se les reconocía la exposición constante a situaciones muy desagradables, motivadas por la evidente falta de interés de la dirección hospitalaria por solucionar los problemas. También se instaba al Ayuntamiento a ofrecer todo el apoyo para que los pacientes y usuarios que así lo deseen vean mejor encauzadas sus quejas. Además, se piden explicaciones a Catsalut y se insta al Govern de la Generalitat a que mejore de manera inmediata la atención de las urgencias hospitalarias.
¿Todo esto es suficiente? En Ciutadans sabemos que no, por eso exigiremos las inversiones que la tercera ciudad de Catalunya necesita para atender a la ciudadanía. También fiscalizaremos que los recursos se empleen de forma adecuada, sea el gestor del hospital público o privado.