La campaña electoral de las municipales de 2019 entra ya en su recta final. El miércoles de mercadillo es para los partidos políticos una cita obligada seguramente al mismo nivel, si no en importancia, sí en presencia en el programa, a la pegada de carteles o a la organización de los actos centrales de campaña. Se hace raro comprobar como conviven las nuevas y las viejas costumbres, cómo la obligada visita al mercadillo convive con la penetración en la sociedad terrassense a través de las omnipresentes redes sociales.
Todos los partidos se han empleado a fondo en hacer llegar sus mensajes a través de faceboock, instagram, tweetter o wattsapp. Quienes dirigen las campañas coinciden en que hoy en día no es necesario ir a un mitin o acercarse a una carpa de un partido para obtener información sobre el programa o sobre lo que opinan de las cuestiones más importantes que se debaten en la ciudad. Aún así, ninguno renuncia al contacto directo a través de sus afiliados y, por supuesto, a través de sus líderes. La visita al mercadillo es una muestra palpable de que el acercamiento al ciudadano todavía es un activo en la campaña y la verdad es que reconforta pensar que no se fía todo a la comunicación digital.
Es bueno ver a los líderes en la calle y la cita del mercadillo, ya tradicional, especialmente en la última semana de campaña es un buen momento para ello con la presencia ayer de la mayoría de las formaciones en una mañana intensa y festiva.
Alquileres
El martes se aprobó en el Consell de Govern de la Generalitat de Catalunya la nueva ley que regula el precio de los alquileres o que faculta a los ayuntamientos para que regulen las rentas. La campaña electoral, la intensa jornada que se vivió en el congreso de los Diputados ha hecho que esta cuestión pase un tanto desapercibida. La nueva ley, si no se si no sufre algún recurso de inconstitucionalidad como ha sido habitual en los últimos años en la legislación catalana, intentará poner orden en el mercado del alquiler, pero es algo confusa en cuanto a la determinación de las áreas de “mercado de vivienda tenso”, que las deben solicitar los ayuntamientos. Habrá que seguir de cerca su aplicación.