La preinscripción es ya una liturgia que se alarga hasta mayo con las alegaciones por las matriculaciones no deseadas por las familias y su resolución. Este año no será menos, aunque es probable que una de las novedades que se han introducido palíe en alguna medida el descontento con algunas designaciones de centro, ya que las familias podrán solicitar plaza en cualquier instituto de la zona en la que sus hijos hayan cursado la enseñanza primaria. La verdad es que los problemas en ese sentido se han reducido mucho en los últimos años, porque el sistema ha conseguido afinar el encaje entre la oferta de plazas y la demanda de centros.
Este año se acentúa la diferencia de demanda en primaria y ESO. Se constata una vez más la menor demanda de plazas en enseñanza primaria como consecuencia de un descenso de la natalidad que afecta directamente a las matriculaciones. Por contra, la demanda en ESO se mantiene al alza, no sólo por una cuestión generacional, sino también por la denominada “matrícula viva”, las incorporaciones que se producen con el curso empezado. El departamento de Educació de la Generalitat ha aumentado en cinco grupos al oferta de plazas en ese nivel.
El problema llegará cuando la generación que tanto este curso como los inmediatamente anteriores lleguen a la ESO. Las autoridades han determinado que será 2023 cuando se produzca esa situación y entonces habrá que reorganizar la oferta de plazas en ESO y a buen seguro que se deberán reducir grupos. Los mismos que ahora están aumentando en Primera, como el “aula bolet” que se ha asignado al colegio Francia y que ha provocado la protesta del Ampa del centro.
Otra de las novedades de este año tiene ver con el problema de la segregación escolar, que es la concentración en determinados centros de alumnos con necesidades educativas especiales. Los centros escolares deberán reservar plazas para acoger ese tipo de alumnado. Con ello, Terrassa se avanza en la aplicación del acuerdo promovido sobre esa cuestión por el Síndic de Greujes de Catalunya.
el tema de los institutos escuela seguro que el curso que viene será objeto de debate. Se estrenará el Pere Viver y habrá que ver cómo evoluciona la polémica sobre la petición que al respecto está realizando el Sala i Badrinas. El delegado del departamento de Educació ya ha dicho que Sala i Badrinas no será instituto. La cuestión es compleja, pero lo que no tiene ninguna complejidad es la construcción del centro escolar para ese centro. Que ha cubierto ya todo un ciclo en barracones. Esa cuestión no está justificada , porque en realidad es injustificable.