El mes de febrero el II Parlament Ciutadà de Terrassa llevó a pleno una propuesta en materia educativa. Se trataba de reivindicar la educación como un derecho fundamental y de poner, además, los medios para ello. Conviene recordar algo: las regulaciones en materia de educación primaria y secundaria son competencia de la Generalitat. No así en la escuela de 0-3, pero incluso en este ámbito existe el compromiso de la Generalitat de costear un tercio de la red de escuelas bressol, algo que no está haciendo (la Generalitat debe cinco millones de euros a Terrassa por impagos del tercio autonómico).
La educación no es una competencia municipal, pero las repercusiones por la nefasta gestión de la Generalitat recaen sobre los municipios, que se ven obligados a cubrir las carencias de la administración autonómica, más preocupada por el "procés" que por las necesidades perentorias de la gente. Una de las líneas de trabajo de la propuesta del Parlament era la atención a los alumnos con necesidades educativas especiales (NEE). Se trata de aquellos alumnos que, por motivos de índole socio-económica o cultural, presentan dificultades a la hora de seguir correctamente su ciclo escolar. Estos alumnos no son pocos y su número se ha incrementado este curso debido a la avalancha de matrícula viva (fuera de plazo de inscripción ordinaria).
Los alumnos NEE configuran el segmento de la población escolar que está en el origen del alto grado de segregación escolar existente en Terrassa. Una de las conclusiones del estudio encargado por el Ayuntamiento y presentado a la Comisión de Segregación Escolar de Terrassa decía claramente: "El sistema de detecció d’alumnat amb necessitats educatives específiques és, juntament amb la reserva de places, l’instrument més estratègic des del punt de vista de la planificació educativa per a l’equitat. Cap dels altres instruments dirigits a l’escolarització equilibrada és eficaç si no va acompanyat d’un bon sistema de detecció d’alumnat". Si no hay un buen sistema de detección de alumnos NEE, no será posible revertir la situación de segregación escolar en Terrassa. Así de claro.
La tarea de detección y diagnóstico de alumnos NEE corresponde el EAP (Equips d’Orientació i Assessorament Psicopedagògic, dependientes de la Generalitat), pero en la práctica no es así. Este servicio, en Terrassa, no cuenta con efectivos para hacer este trabajo y en la práctica es inoperante. ¿Quién está haciendo este trabajo de detección y diagnosis, pues? La respuesta es clara: en el ámbito de la educación primaria y secundaria, nadie está haciendo esta labor. El EAP es inoperante y los servicios sociales municipales no tienen firma para diagnosticar alumnos NEE y no tienen más medios para hacer un trabajo que, recordemos, no es de su competencia. Un drama y una vergüenza. Es un drama porque no hay derecho a que el dinero de los catalanes se dilapide en pamplinas identitarias mientras la educación hace aguas. Pero también es una vergüenza porque el pleno del Ayuntamiento está muy lejos de haber sido ejemplar en este asunto. En efecto, el mes de enero el grupo municipal de Ciutadans propuso reforzar el sistema de detección de alumnos NEE a través de un acuerdo con la UNED destinado a implantar el Servicio de Psicología Aplicada Infanto-juvenil, que debía servir para que graduados y doctorandos de la facultad de Psicología de la UNED llevasen a cabo la detección de dichos alumnos, liberando así a los servicios sociales municipales y efectuando el trabajo que la Generalitat no estaba acometiendo. Esta fórmula habría permitido hacer una detección precoz, que es la clave para la redistribución de los alumnos.
¿Resultado de la votación? Rechazada. ¿Por qué? Tal vez porque algunos partidos (PSC, TeC, ERC) consideran que la educación es "su" tema y Cs no puede opinar, o tal vez porque una cosa es predicar y otra dar trigo. Da igual, al final los perjudicados serán los niños y eso sí que es dramático. Me gustaría que la comunidad educativa de Terrassa, tan sensible en según qué asuntos, también lo fuese en este asunto crucial y presionase para que propuestas como la que llevó Cs en enero salgan adelante. O lo hacemos o la segregación se convertirá en un mal endémico.
* El autor es concejal del GM de Ciutadans (Cs) en el Ayuntamiento de Terrassa