Opinió

Hegemonía

El bloque independentista explora, también en Terrassa, la posibilidad de una candidatura unitaria que permita dotar de músculo a la propuesta en las próximas elecciones municipales. El escenario es complejo y difícilmente convergente cuando lo que en realidad está en juego es la hegemonía de PDECat o Esquerra Republicana en el independentismo catalán. Al menos eso se desprende de los planteamientos que ambos partidos están realizando con la confección de sus propuestas tanto para las elecciones generales del próximo 28 de abril como para las municipales de un mes más tarde.

Junts x Cat, temeroso de un debilitamiento tanto de su oferta como del bloque independentista en general, insiste en la candidatura unitaria, a lo que Esquerra, que contemporiza en Terrassa y no se niega al diálogo, argumenta que por separado se pueden conseguir más apoyos que en conjunto. El debate ha dado lugar a una mesa de negociación en la que participan todas las opciones , incluida Primàries Terrassa, que abogó desde un primer momento por al comunión de fuerzas.

No parece que se vaya a dar ese escenario, puesto que Esquerra lo tiene muy claro y la CUP no se va a integrar en una candidatura unitaria y se pensará mucho llegar a acuerdos con Junts x Cat. No obstante, la realidad política catalana y española es tan cambiante que no se cierra ninguna puerta. De todas formas, es evidente que si las candidaturas se fraccionan, las posibilidades de traducir los votos en asientos en el pleno se reducen. Un concejal cuesta entre 3.500 y cinco mil votos en función de la participación (el segundo es más barato). Si las candidaturas independentistas se atomizan, el voto pierde efectividad y esa es la gran preocupación, además de sus propios resultados, especialmente en PDCat.

Otra cosa serían los posibles acuerdos que se puedan alcanzar después de las elecciones. Esquerra no renuncia a llegar a acuerdos con Terrassa en Comú (es objetivo de ambas formaciones desbancar al PSC después de cuarenta años en la alcaldía de Terrassa) y con PDCat, pero todo dependerá de quien lidere la negociación puesto que TeC ya renunció a acuerdos con los postconvergentes. La CUP tampoco parece dispuesta a hablar con Junts x Cat y la gran esperanza es la posible entrada de Jordi Ballart en el Pleno y con cuántos concejales, fuerza en la que el independentismo confía poder apoyarse si la aritmética no le es favorable.

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