El alcalde de Sabadell, Matias Serracant publicaba ayer en este diario un artículo de opinión en el que destacaba el potencial económico y social del Vallès, haciendo suya la propuesta de Fem Vallès, plataforma liderada por las patronales de las tres capitales de los "vallesos", en especial por la terrassense Cecot. el planteamiento de Serracant es el que defiende Fem Vallès, que no es otro que el de hacer de las dos comarcas el gran polo económico de Catalunya, que ya son, pero como elementos de un proyecto común.
La propuesta no es nueva; hace años que se está trabajando inicialmente como iniciativa empresarial que ha intentado convencer a instituciones y organismos públicos. El alcalde de Sabadell hace suya la propuesta, seguramente buscando la complicidad de Terrassa y Granollers, ciudades, que a priori han acogido con cierta frialdad la iniciativa, que parte, esencialmente de su empresariado más consolidado. Es lógico y legítimo el entusiasmo de Matias Serracant. El alcalde de Sabadell no sólo apuesta por un proyecto económico común, sino por la conformación de una gran área metropolitana de las dos comarcas vallesanas. La idea de un gran Vallès reviste, por tanto, un gran interés para la ciudad vecina, un extraordinario interés. Sabadell ocupa el centro geográfico del nuevo territorio y tener la centralidad es ganar la capitalidad. La nueva Área Metropolitana del Vallès, como ya la denomina el alcalde Serracant, girará, sin duda, en torno a Sabadell.
La cuestión está en si Granollers y Terrassa son ciudades dispuestas a secundar esa unificación. Granollers sigue el asunto con cierta distancia y en el caso de Terrassa no lo sabemos, simplemente porque no sabemos que queremos ser de mayores en lo que a la apuesta territorial se refiere. Seguir a Sabadell, que ya se ha convertido en el líder de esa propuesta, dice la Cecot que indudablemente sería beneficioso, pero habrá que ver cuánto de beneficioso y si no hay alternativas más atractivas, como la de dejar de sufrir a Barcelona y empezar a beneficiarnos de la gran urbe, vía que parece tener algunos defensores entre la clase política terrassense.
En cualquier caso, el debate territorial, que tan claro tienen ya en otras ciudades, es otra asignatura pendiente en Terrassa y algún día habrá que ponerlo encima de la mesa, o quizás no.