Opinió

Cualquier situación es siempre empeorable

Formar un gobierno como el que "ha sido capaz" de hacer Pedro Sánchez, tan ambiciosa como insensatamente, dependiendo para cada tema que deba aprobar de semejante retahíla de partidos, con tal de llegar a ser presidente del Gobierno, posiblemente sea la mayor irresponsabilidad que en este país, políticamente, se haya cometido jamás.

La combinación de partidos y filosofías, no sólo por su variedad de criterios, difíciles de coordinar, sino por la desconfianza que semejante fórmula va a crear en el empresariado, tanto nacional como extranjero, mucho me temo que va a impactar con fuerza en la actividad económica.

Pero es que, además, entra queriendo contentar a todos los que sean susceptibles de votarle en el futuro, puntillazo que nuestra ya grave situación no puede permitirse.

Seguramente, si alguno de los cabezas de partidos coaligados hubiera sido alguna vez empresario, tendría nociones de lo que genera confianza, desconfianza o, como en esta ocasión, espanto.

Eso por sí solo, con el desplome de actividad que se producirá, ya es suficiente para dar al traste con los Presupuestos, pero, no conforme con ello, echa a volar el gasto de todo tipo y promete seguirlo haciendo en el futuro, a la vez que a sus socios les habrá de calmar sus ansias que, pudiéndolo hacer por cada voto, poco exigentes hacía falta que fuesen cuando pactaron la coalición.

Los tipos de interés a cero han permitido todos estos años, aparte de los créditos declarados, camuflar otros como compromisos futuros no contabilizados, con los solicitados por los miles de entes y sociedades públicas, tan inútiles como refugio de amiguetes y parientes, con condiciones dignas de políticos de primer grado, con alfombras rezumantes, y ya sólo nos faltaba el secreto sumarísimo decretado por Europa para los dos mayores agujeros bancarios de todos los tiempos, Deutsche Bank y Popular-Santander Hispanoamericano, que por muy secreto que sea un día u otro lo adjudicarán al país de origen.

La cifra real de la deuda pública de todas nuestras administraciones, bien contabilizada y consolidada, puede estar cercana al billón y medio de euros.

La Reserva Federal inició ya la subida de tipos de interés y lo más probable es que nuestro Banco Central Europeo no tarde en hacerlo

Póngale usted, señor Sánchez, un moderado dos por ciento a esa deuda, súmele usted las mayores prestaciones concedidas, no olvide el galopante déficit de las pensiones y siga atendiendo las exigencias cotidianas de sus socios.

Ni usted, que parece ser hombre de mucha fe, se va a creer el déficit que podemos acumular en el venidero año 2019.

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