Casi cinco millones de pensionistas, el 51% del total, cobran menos del salario mínimo interprofesional, es decir, menos de 736 euros. De estos 4.833.440 pensionistas, 1,9 millones percibe entre 600 y 655 euros. Otro millón recibe menos de 350 euros.
Esto quiere decir que una parte importante de pensionistas está abocada a una vida de miseria después de haber trabajado toda su vida. Ahora se está planteando la reforma del sistema de pensiones porque los "manos largas" del PP se han pulido los 66.000 millones de euros que el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero les entregó en 2011 como fondo de reserva de las pensiones.
Es cierto que hay un proceso de envejecimiento de la población que no favorece un sistema de reposición de fondos continuado para las pensiones presentes y futuras, pero esa cuestión debe ser corregida por el Estado y no precisamente recortándole más a los que menos tienen, sino todo lo contrario, incrementando la tributación a los que más tienen.
España es un Estado gobernado por personas sin escrúpulos que no se inmutan frente a sus constantes actos inmorales y otras veces delictivos que han ido sangrando las arcas públicas. Recordemos los 72.000 millones entregados a la banca española para evitar su crac frente a la crisis financiera padecida desde el 2008, de los cuales 60.000 millones ya no serán recuperados. Casualmente ese importe se acerca al importe evaporado de la caja de reserva de las pensiones.
Las autopistas radiales de Madrid que casualmente fueron proyectadas porque iban a ser utilizadas por millones de ciudadanos y al final son incapaces de ser autosuficientes financieramente, decidiendo una vez más los gobernantes de lo público que se debía indemnizar a los explotadores de esas autopistas, lo que ha generado un coste del desfalco de 5.000 millones. Por cierto en este asunto vuelve a aparecer ACS (Florentino Pérez) de nuevo.
La economía española está soportando unos 200.000 millones de actividad empresarial sumergida lo que supone un fraude fiscal estructural de unos 72.000 millones anuales que se dejan de recaudar.
Por otro lado el 20% de los contribuyentes más ricos acapara el 44% de todos los ingresos declarados y son a su vez el 72% culpables de fraude fiscal con un importe aproximado de 42.000 millones de euros que se dejan de recaudar.
Las comunidades autónomas tienen una deuda en torno a los 284.000 millones, de la cual se deben amortizar los intereses anualmente, parte de ella responde a esa gestión nefasta y fraudulenta que han practicado sobre todo las comunidades gobernadas por el PP donde el objetivo era promover obra pública falseando su estudio de viabilidad para conseguir la aprobación correspondiente y una vez iniciado el proceso de contratación y ejecución se pasaba al cobro comisionista y delictivo unas veces e innecesario la mayoría de ellas.
España dispone de la segunda red de AVE más extensa del mundo y por otro lado es la penúltima del mundo en usuarios de ese servicio. ¿Por qué?, pues porque era fuente de financiación ilegal de políticos, partidos, etcétera. Si cuantificáramos lo que han robado añadiríamos unos cuantos cientos de miles de millones más.
El fondo de las pensiones debería nutrirse de las cotizaciones a la Seguridad Social del personal activo si éste recibiera un salario digno. Pero la realidad actual después de la crisis financiera es bien distinto porque la precariedad laboral, tanto en su estabilidad en el tiempo como en su retribución salarial, hace que esa fuente de reposición de fondos sea muy insuficiente.
Hay que conseguir cambiar la tendencia del Estado hacia el interés general de los pensionistas. Con todo esto vemos que, si el Estado cambiara su objetivo actual de expolio por el de racionalidad, las pensiones continuarían siendo financiadas sin problemas.
Esto es pura falacia en nuestra triste realidad. Para ello deberían haber verdaderos servidores del interés público. Personas con voluntad y conciencia colectiva de servicio, donde su hacer diario favoreciera constantemente un equilibrio en las cuentas reales del Estado, pero, mientras nos gobiernen esa pandilla de expoliadores, comisionistas, defraudadores, amigos de delincuentes, etcétera, aquí no habrá solución y los pensionistas cada año serán un 5 ó 10% más pobres. La única solución es que los 8.602.601 pensionistas digan basta. Y el resto de ciudadanos, unos 14,9 millones de personas que posiblemente no lleguen a cobrar ninguna pensión, se sumen activamente contra este despropósito impuesto por un puñado de golfos.