Con las cifras de la gripe ocurre un poco como con la valoración de la asistencia a las manifestaciones. Una cosa es la que realizan los organizadores y otras los estamentos oficiales. Cuando ambas partes coinciden en un bando o en otro, se puede incluso caer en el ridículo. Los servicios sanitarios terrassenses se encuentran, como los de toda Catalunya, muy tensionados por la epidemia de gripe. Mientras que la plataforma en Defensa de la Sanidad Pública de Terrassa-Marea Blanca habla de sanidad precaria que en momentos como los de esta epidemia se agravan hasta límites insoportables e inhumanos, los responsables de los centros sanitarios terrassenses hablan de previsión razonable, de refuerzo de plantillas y de esperas que van desde los cuarenta minutos hasta las tres horas.
La gripe está teniendo este año una incidencia importante en la población, superando con cierta amplitud las cifras que se produjeron el año pasado. Buena parte de la explicación está en las bajas proporciones de éxito de la vacuna de este año, que algunas fuentes sitúan únicamente en un veinte por ciento. Algunos sindicatos sanitarios hablan también de que la epidemia está colapsando los centros sanitarios debido a que no se ha superado la realidad de los recortes, pero especialmente por falta de previsión, cuando era presumible que se produjera una incidencia como la que se está dando.
Es muy evidente que las urgencias están especialmente tensionadas y más allá de las cifras y también de las percepciones, que influyen mucho en las valoraciones, debemos poner de manifiesto una vez más, la importancia, además de los refuerzos de plantillas y los protocolos epidémicos, de las derivaciones a los centros de atención primaria, que también están sufriendo una presión importante estos días. La gripe, tal como dicen las autoridades sanitarias, la provoca un virus contra el que únicamente se puede llevar a cabo un tratamiento sintomático por lo que lo recomendable es que las personas que cursen la enfermedad con cuadros normales, utilicen los CAP; las urgencias hospitalarias deben reservarse a las personas cuyo cuadro médico sea especialmente grave.
Seguramente, un término medio habrá entre las valoraciones de los responsables médicos y las plataformas ciudadanas. Esperar cama en un box varios días no debe ser plato de gusto de nadie y, por desgracia, una espera en un servicio de urgencias, es ciertamente habitual.