Opinió

Salida

La Fundació Sant Llàtzer dejará de formar parte del consejo de administración del Consorci Sanitari de Terrassa (CST). Una nueva normativa permitiría al Consorci convertirse en lo que se denomina “medio propio” de la Generalitat si la fundación terrassense accede (que accederá) a renunciar a su veinte por ciento de participación en el CST. Esta es una de las primeras claves de la noticia. Ser medio propio de la Generalitat significa que Catsalut podrá encargar de forma directa al Consorci lo que ahora debería obtener mediante concurso público.

Por tanto, la primera conclusión es que se trata de una buena, una excelente operación para el Consorci. La segunda pregunta es si esa operación es buena para la Fundació. La respuesta no es un sí o un no, hay matices. La Fundació Sant Llàtzer está haciendo un gran favor al Consorci, porque su posición se refuerza considerablemente en el territorio al convertirse en medio propio de la Generalitat. La Fundación pierde presencia, deja de participar en el órgano de decisión de un actor de gran importancia en el mapa sanitario local. Pero debemos ser honestos, la Fundació pintaba poco, muy poco en el Consorci. No perdamos de vista que la Fundació Sant Llàtzer, aun siendo de naturaleza privada, está controlada por el Ayuntamiento de Terrassa a través de la presidencia, siempre reservada al alcalde. El concejal de sanidad también tiene un lugar reservado en el patronato. Existen patronos privados, pero el control real es municipal. Por lo tanto, a efectos prácticos, la Fundació no se va a ver afectada por esta salida, que además se producirá sin responsabilidad sobre la enorme deuda del Consorci.

En cuanto a lo positivo, puede ser mucho más de lo que a priori puede parecer puesto que obtiene una independencia de la que seguramente hasta ahora no ha disfrutado. Pensemos que en algún momento incluso el gerente del Consorci ha dirigido la propia Fundació. Es evidente que manteniendo el Ayuntamiento su control, no se va a convertir en un alma libre, pero sí tendrá la autoridad moral para tomar las decisiones que considere adecuadas para su futuro y el plan estratégico que se está elaborando puede ser determinante para que la Fundació, probablemente la entidad más antigua de la ciudad con más de quinientos años de historia, recupere un protagonismo que quizás ahora no tenga en la ciudad al haber quedado su objeto únicamente en la administración de su patrimonio.

La noticia tiene otra arista. Se trata de si el hecho de que el Consorci Sanitari se convierta en el “brazo armado” de Catsalut en el territorio repercutirá sobre el equilibrio de fuerzas actual. Es decir, ¿de qué manera afectará a Mútua? Es evidente que Mútua no sale reforzada del nuevo escenario, pero también es cierto que no le afectará tanto como pudiera parecer; Mútua hace siempre sus deberes. Pero ese es otro asunto.

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