Opinió

Música

Bustamante, Los Chichos, Los Manolos… el debate está nuevamente servido. Cada año es objeto de concienzudo análisis el programa de actos de Festa Major, especialmente en lo que al cartel de actuaciones musicales se refiere y para gustos, los colores. Cuando se trata de juicios subjetivos, la discusión es siempre compleja. Es probable que muchos no sintamos el más mínimo interés en asistir al concierto de David Bustamente, pero no cabe duda de que será un concierto multitudinario, quizás de los más seguidos de los últimos años como consecuencia no sólo de la calidad musical de la oferta, sino por la situación familiar por la que atraviesa el cantante.

Con Los Manolos, ocurre igual. Para muchos jóvenes son poco menos que desconocidos, pero para los que vivimos intensamente los años en torno a los Juegos olímpicos de 1992, probablemente nos apetezca recordar viejos tiempos a ritmo de rumba. ¿Es una mala elección del equipo que confecciona el programa de Festa Major? quién puede atreverse a decir que sí, cuando vea la grandísima asistencia de público que se registre en ese concierto.

Y qué decir de Los Chichos. Parafraseando uno de sus grandes hits “Esto sí que tiene guasa”, van a ser, sin duda la gran atracción del “Jove”, el espacio más joven y alternativo de la Festa Major. Los Chichos triunfarán en Terrassa como lo han hecho en los grandes festivales veraniegos de los últimos años con una propuesta tan anacrónica como fresca si sólo tenemos en cuenta el inverosímil entorno en el que la desarrollan.

La componente musical ha tenido siempre una gran importancia en el programa de la Festa Major, pero de un tiempo a esta parte, ese apartado se ha convertido en el gran reclamo y no sólo por los grandes conciertos, como el de Bustamante de este año, sino por la amplísima y variada oferta que se pone sobre el tapete. Es importante, en este sentido, la numerosa participación de artistas terrassenses que han encontrado su pequeño espacio en el programa y en los diferentes escenarios de la fiesta. Es un acierto ofrecer la posibilidad a un amplio número de formaciones locales de actuar en el evento popular más importante que se celebra anualmente en su ciudad. La oferta musical es, por tanto, no sólo cada año polémica, también es amplia y lo suficientemente diversa como para satisfacer a una amplia mayoría de terrassenses. Con más de trescientos actos, difícilmente no encontremos algún atractivo.

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