Opinió

Alcohol

En nuestra edición de hoy publicamos una información relacionada con una intervención de la Policía Municipal, que detuvo a un conductor ebrio que además agredió a varios agentes. El conductor fue detenido por un presunto delito contra la seguridad del tráfico y por atentado. La noticia no presentaría mayor interés que el suceso en sí mismo, si no fuera por la reiteración de este tipo de situaciones que, a tenor de la información que diariamente facilita la Policía Municipal, sucede en Terrassa. Coincide además que en las últimas semanas se han producido diversos hechos trágicos en carreteras españolas como consecuencia de accidentes que han provocado víctimas mortales, en la mayoría de los casos ciclistas y a manos de conductores bajo la influencia de alcohol y las drogas.

El alcohol es una droga de consumo social sobre cuya ingesta no parece que se tome distancia, en especial en su relación con la conducción. Las estadísticas hablan de que en el Estado español se producen del orden de cien mil "positivos" al año; de que en el 43 por ciento de los accidentes median el alcohol o las drogas o ambas sustancias al mismo tiempo y de entre esos accidentes, el alcohol interviene en el 60 por ciento de los que registran víctimas mortales. Pero los efectos de esos accidentes no son sólo los fallecimientos que se producen en nuestra calles o en nuestras carreteras, sino los heridos y las consecuencias personales y familiares que se producen y que no aparecen tanto en los medios.

Hace pocas semanas una conductora embriagada arrolló a seis ciclistas y mató tres en una carretera de Valencia; dos días después, en Toledo, otra conductora en las mismas circunstancias perdió el control de su vehículo y falleció su hijo de diez meses; otro ciclista murió en Navarra; el pasado fin de semana, otro en Valencia. El goteo es incesante y ni el endurecimiento de las penas por la conducción bajo los efectos del alcohol y las drogas, ni la difusión de este tipo de accidentes en los medios parece hacer efecto sobre los conductores.

Es probable que la información que proporciona la Policía Municipal sobre sus intervenciones en Terrassa (informa de manera casi exclusiva de alcoholemias y detenciones por conducir sin permiso de circulación) pretenda, efectivamente, llamar la atención sobre el problema y llevar a cabo una labor de concienciación entre los terrassenses. Loable objetivo.

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