El líder de Podemos, Pablo Iglesias, ha anunciado la intención de su grupo parlamentario de presentar una moción de censura contra Mariano Rajoy. A estas alturas todos sabemos que las intenciones del señor Iglesias y los suyos no son tan inocentes y sinceras como pretenden hacer ver, y es que su tacticismo político esconde unos objetivos un tanto oscuros.
En España las mociones de censura son constructivas. Esto significa que, para que este instrumento llegue a funcionar, es necesaria la presentación de un candidato alternativo al actual presidente del Gobierno. Y es aquí donde nos tenemos que hacer la gran pregunta: ¿quién puede ser ese candidato? ¿En quién ha pensado Pablo Iglesias para ser el nuevo presidente? ¿En él mismo?
Impulsar una moción de censura cuando el primer partido de la oposición, el PSOE, está inmerso en un proceso (tardío) interno de primarias y, por lo tanto, sin líder es una muestra de que a Podemos no le importa realmente echar del poder al PP. Que, además, esta moción se pretenda impulsar cuando el único candidato posible para liderarla, que es Pedro Sánchez, ni siquiera es diputado en el Congreso confirma la teoría aquí expuesta.
¿Por qué Podemos presenta ahora la moción de censura? ¿Se han dado cuenta del error de no apoyar la investidura de Pedro Sánchez? Estaba en la mano de Pablo Iglesias que Rajoy no fuera el presidente del Gobierno, pero por pensar en estrategia (equivocada, está claro) de partido prefirió votar en contra y permitir un gobierno del PP. Y es ahora, un año después, cuando quieren echar a Rajoy de la Moncloa.
Ahora es tarde, señor Iglesias. Ahora el PSOE está sin líder, y cuando lo tenga éste no será diputado (a no ser que, contra pronóstico, Patxi López gane las primarias). Ahora esta moción de censura es un brindis al sol, aunque es a lo que nos tienen acostumbrados: mucho ruido y poca política.
Tampoco no nos debería sorprender demasiado esta táctica a la que juegan. Sin ir más lejos, en Terrassa hemos vivido un caso parecido: en junio de 2015 Terrassa en Comú decide hacer piña con ERC e intenta arrebatar la alcaldía al PSC (partido que ganó las elecciones). No lo consiguió, y un año y medio más tarde presenta una oferta para formar gobierno con el PSC. ¿En qué quedamos? Primero os queremos echar y después queremos gobernar con vosotros. Primero votamos en contra de tu investidura, y después queremos formar gobierno alternativo con vosotros. ¿A qué juega la "nueva izquierda"?
El autor es secretario de organización del PSC Terrassa