Los sondeos electorales tienen el valor que tienen y los asumimos en función de si benefician a nuestros intereses y los desmerecemos si sus resultados nos perjudican. En todo caso, tienen un poder de seducción al que es francamente difícil sustraernos. Es ese embrujo de las encuestas electorales y la falta de hábito, esencialmente por el coste que suponen, lo que nos hace prestar una especial atención a la que ha encargado Terrassa en Comú sobre la intención de voto de los terrassenses.
Los resultados no difieren mucho de los que se dieron en las últimas elecciones municipales, pero los matices son lo suficientemente significativos para que prestemos una cierta atención.
El PSC continúa al frente de las preferencias de los terrassenses, aunque sus resultados siguen cayendo y pierde, según la encuesta, más de tres mil votos. Ese descenso implica la pérdida de un asiento en el pleno, por lo que pasaría de tener nueve concejales a tener ocho. En segunda posición, y subiendo, se mantiene Terrassa en Comú, formación que pasaría a disponer del concejal que pierde el PSC subiendo de seis a siete asientos en la sala de plenos. Esquerra mantiene la tercera posición y crece hasta conseguir un quinto concejal. En este trío de formaciones políticas está la cuestión de la gobernabilidad. Por debajo, Ciudadanos sigue con tres concejales, pero adelantaría a PDeCat en número de votos. La antigua Convergència perdería 1.500 votos, pero mantendría sus tres concejales, que dadas sus circunstancias no sería un mal resultado. El Partit Popular mantendría su asiento y el más perjudicado sería CUP, que por un escasísimo margen perdería su representación, probablemente de forma injusta dado el entusiasmo y el intenso trabajo exhibido por María Sirvent y su equipo.
Ante esos resultados el dilema estaría en cómo se organizaría el gobierno de la ciudad. Un gobierno sólido resultaría de la unión entre PSC y TeC, con una mayoría absoluta que permitiría la estabilidad de la que ahora se adolece. Pero TeC, que tendría la llave de ese gobierno también podría pactar con ERC, gobernar en minoría buscar complicidades como ahora las busca el PSC. Dada la actitud de los últimos meses, parece más probable la primera, pero en realidad, esto sería adelantar mucho los acontecimientos puesto que la política actual es tan cambiante que dos años es un mundo para hablar de elecciones municipales. La influencia de la política supramunicipal es tan importante que este sondeo sólo nos debe servir de orientación sobre cómo respiran política y puntualmente los terrassenses.