Los caminos de la política son a veces inescrutables y se hace difícil discernir intencionalidades, estrategias y objetivos. En cualquier caso, los hechos son objetivables y la interpretación libre. Esto viene a cuento de la oferta que Terrassa en Comú realiza al PSC para explorar la posibilidad de un pacto de gobierno. Xavier Matilla, líder de TeC le propone formal pero privadamente al alcalde que rompa con CiU para hablar de un pacto que proporcione una mayoría sólida y estable al gobierno en un momento delicado para la ciudad que viene marcado por el final de la concesión del suministro de agua. Tras la ruptura, condición indispensable, TeC sostendría al equipo de gobierno desde la oposición y al cabo de un tiempo no determinado estaría en disposición de entrar a formar parte del equipo de gobierno.
El alcalde niega cualquier negociación y probablemente sea cierto puesto que no se ha llegado a ese momento, pero ha habido conversaciones y el alcalde lo ha considerado hasta el punto de integrar una reunión, informal, con otro miembro del equipo de gobierno y dos representantes de TeC. En esta operación hay muchas aristas. Por un lado, está claro que TeC ha conseguido en año y medio un protagonismo que quizás no esperaba y no olvidemos que ha ganado dos elecciones en la ciudad, pero quizás necesite marcar más perfil, mostrarse abiertamente como un partido de gobierno además de como una alternativa, visibilizarse y conseguir relaciones políticas que le sitúen en buena posición de cara a las próximas elecciones municipales.
El alcalde dice que no tiene ningún motivo para romper con CiU y es verdad que le debe una lealtad, porque gracias a CiU es alcalde, pero la minoría de gobierno genera un importante desgaste y una inversión en tiempo y esfuerzo que le impide planificar a futuro. Es evidente que el alcalde ha dado un paso a la izquierda y que se siente cómodo con TeC y también con ERC, pero teme, sin duda, de que un pacto con los comunes pueda ser erosivo para su partido y que TeC ocupe todavía más terreno en el campo del voto socialista de la ciudad. Es un asunto a gestionar con delicadeza. Por otra parte, es más que posible también que considere inasumibles las condiciones del pacto en el sentido de que aún asumiendo de que rompa su acuerdo con CiU, luego tiene que realizar un acto de fe hasta que TeC, que marca la hoja de ruta, decida si quiere o no entrar en el equipo de gobierno.