Una de las mayores satisfacciones de este trabajo es participar en la creación de nuevos recursos que mejoren la vida de las personas. Si además se trata de un bien para la infancia, es una recompensa preciosa. Por eso es una alegría enorme que se ponga en marcha un nuevo proyecto de esplai diario en Can Parellada, gestionado por el histórico Esplai Can Parellada y que cuenta con el apoyo total del Ayuntamiento de Terrassa. Ésta es una gran noticia, y pronto dejará de ser noticia el hecho de generar nuevos recursos gestionados por la gente del propio territorio y se convertirá en la práctica habitual.
Todos conocemos los beneficios que aporta a los barrios y la ciudad la educación fuera de colegios e institutos. El tiempo de ocio de niños, niñas y jóvenes es vital en su desarrollo, por eso es tan importante el trabajo de estas entidades y proyectos que tienen la capacidad de dotar a las personas de una sensibilidad, una conciencia de colectivo y un espíritu crítico que les ayudarán a ser unos adultos con más herramientas para ser felices y también para formar una sociedad futura mejor.
Teniendo en cuenta los efectos más que positivos de la educación fuera de las aulas, cuando los ciudadanos de una zona, los servicios sociales y los datos estadísticos piden un recurso para los y las más pequeñas, debemos luchar por conseguirlo. No siempre es fácil pero, si el territorio que lo demanda cuenta con una entidad capaz, unas instalaciones dignas y la voluntad de todos los implicados, todo es mucho más sencillo y dar el paso es obligatorio. Éste es el caso de Can Parellada y hubiera sido un error dejar escapar la oportunidad de convertir esta "alineación de planetas" en un recurso para el barrio. Es mi forma de entender la política.
Debemos seguir en la línea de detectar en qué barrios se dan las condiciones en las que el tejido asociativo, la demanda y los espacios nos permiten enriquecer el catálogo de oportunidades para los que más lo necesitan. El valor y la riqueza que aporta una entidad que quiera trabajar en y para el territorio son incalculables, la infraestructura y los costes son más fáciles de determinar. Pese a que no corren buenos tiempos para las arcas municipales, espero que todo el mundo tenga claro que la infancia es una de las prioridades de este Ayuntamiento y, como ya he dicho muchas veces, no vamos a escatimar en darle apoyos. Así pues, todas aquellas entidades que están tratando de proteger y fortalecer a la infancia en sus barrios, pueden contar con este regidor y este Ayuntamiento para tejer un recurso digno para todos. No es un proceso rápido y muchas veces no es fácil, pero tenemos claro que queremos repetirlo por toda la ciudad, generando nuevos recursos o apoyando a los ya existentes en todos los barrios.
Creo que vivimos en una ciudad cada vez más solidaria que quiere y sabe luchar contra las desigualdades, pero por desgracia éstas siguen ahí. Terrassa es una ciudad llena de gente que sabe lo que tiene que hacer para lograr sus metas y con capacidad para labrarse un futuro próspero. Pese a ello, también hay mucha gente que necesita un lugar donde apoyarse y por ellos y ellas tenemos que crear herramientas que generen oportunidades, tantas como hagan falta para que todos los que necesiten apoyo encuentren su lugar.
Puede que no seamos del todo conscientes de las fantásticas herramientas que tenemos gracias a esplais, agrupaciones escoltas, caus, asociaciones, etcétera, que convierten el tiempo de ocio en algo transformador y positivo. Debemos aprovechar esta potente arma, que debe ser clave en cualquier ciudad para revertir problemas y ayudar a construir soluciones exprimiendo todas sus posibilidades.
No hay mejor forma de proteger a la infancia que educarla, dotarla de herramientas y de capacidades. Sueño con no volver a hablar de alimentar a la infancia como objetivo de los servicios sociales, como por desgracia hemos tenido que hacer durante demasiados años. El alimento que debemos proporcionar a niños, niñas y jóvenes es otro, debemos alimentar su sensibilidad ante los problemas de los demás, necesitamos una infancia solidaria y sensible, porque sólo así tendremos un mundo mejor en el futuro.
Muchas son las entidades que hacen esplai diario en Terrassa desde hace mucho tiempo. Otras entidades, pese a no llamarle esplai diario, hacen funciones similares en sus barrios. Todas ellas nacieron en respuesta a las necesidades de los territorios, hacen una tremenda labor y han aguantado épocas muy duras, a veces con una ayuda insuficiente desde las instituciones. Hemos visto cómo estos movimientos nacían de forma natural en los barrios, pero también hemos visto cómo algunos morían por falta de apoyos. Es por ello por lo que ahora tenemos que cuidarlas desde el minuto 0 en todo lo que podamos. Ése es el plan que empieza con Can Parellada, para intentar que proyectos tan importantes no se queden en el camino.
Por todo esto y porque conozco de primera mano cómo entidades como el esplai Can Parellada ayudan a forjar personalidades, a detectar necesidades y hasta a redirigir rumbos, además de regalar un espacio de juego y de risas, me llena de ilusión trabajar para que haya un esplai diario o un proyecto similar en todos los barrios. Porque todos los barrios merecen el privilegio de tener un recurso tan valioso para cuidar a su infancia. Ojalá pronto pueda decir orgulloso que con Can Parellada empezó todo.
El autor es concejal delegado de Servicios Sociales, Juventud y Ocio Infantil del Ayuntamiento de Terrassa