En caso de conflicto, lo peor es que alguna de las partes o las dos o cuantas haya, no sólo crean tener razón, sino que además su razón esté elevada a la potencia de lo moral. No habrá nunca una solución dialogada. Y en el PSOE, o se impone una victoria total o la fractura. En la izquierda suele pasar; no hay más que ver su histórica atomización. Sea como sea, habrá un antes y un después de la crisis creada por la revolución de los críticos contra la gestión del secretario general Pedro Sánchez.
Y Mariano Rajoy, con lo que ha caído en el Partido Popular, pidiendo palomitas: Bárcenas, Matas, Camps, Barberà, Gürtel, Rato, Taula y un largo etcétera que hubiese hecho cenizas a cualquier partido en Europa y Mariano Rajoy se fortalece. El “marianismo”, tan criticado, es tremendamente efectivo: los problemas se le solucionan por cansancio, su enemigo empieza por pegarse un tiro en el pie para acabar por dárselo en la cabeza; recibe, en funciones, los réditos de cierto crecimiento económico y obtiene esa etiqueta de víctima inocente que tanto bien hace a un político.
Gary Lineker, el ex jugador del FC Barcelona definía el fútbol como un deporte en el que se enfrentan once contra once y gana Alemania. Se podría hacer una traslación del aforismo diciendo que en la política española, pase lo que pase, se enfrente quien se enfrente, gana Rajoy.
Y Terrassa es “pedrosanchista”. Es curioso el cambio operado en la opinión de los socialistas terrassenses, que apoyaron a Eduardo Madina abiertamente en las primarias, para asumir ahora como propios los postulados de Pedro Sánchez. Este fin de semana, con el alcalde Ballart, también converso, a la cabeza, el socialismo terrassense se desplaza con autocares fletados a Madrid a la concentración de apoyo al secretario general. El PSC local ve en Sánchez y también en Núria Parlón la vía de cambio y modernidad que necesita el socialismo, lejos de la visión cortoplacista de los varones críticos. Esa fue la expresión que utilizó también Pere Navarro, el ex alcalde de Terrassa, que fue primer secretario de los socialistas catalanes y que aún habiendo desaparecido de la primera linea de la actualidad política, ha recuperado cierto protagonismo por formar parte de la ejecutiva del PSOE y dentro de ella de los que todavía dan su apoyo a Pedro Sánchez.
No sabemos cómo acabará esta crisis, pero seguro que no será bueno ni para los que ahora se frontan las manos.