El conseller Josep Rull aprovechó su visita de ayer a Terrassa para anunciar que finalmente la línea de Ferrocarrils de la Generalitat verá aumentada su frecuencia en horas punta, una íntima aspiración de los viajeros. La inauguración de la prolongación de la linea hasta Can Roca para crear el denominado “metro del Vallès” generó una gran expectativa entre los usuarios del transporte público de la ciudad. Los desplazamientos a Barcelona fluirían con mayor comodidad y se facilitarían con nuevos puntos de acceso de norte a sur de la ciudad.
La respuesta de los usuarios ha sido rápida y en un volumen que posiblemente no se esperaba o si se esperaba no se calculó en su momento el alcance de sus consecuencias. Ha sido tal el aumento de viajeros que en las horas punta, algunos prefieren tomar el tren en el andén de subida hasta Can Roca y no bajar del tren para proseguir viaje hacia Barcelona sentados. Los que esperan en la estación de la Rambla tienen mucha dificultad para encontrar asiento y el viaje se hace francamente complicado debido a la masificación.
La Fira Modernista es el escenario escogido por el conseller Josep Rull para llevar a cabo su anuncio y hay que decir que es positivo puesto que cualquier mejor es siempre bien recibida, pero él es consciente de que se trata de una medida insuficiente ante el volumen de viajeros que utilizan la linea cada día y que lo será mucho más si se cumplen las previsiones realizadas por Ferrocarrils de la Generalitat de aumentar en tres millones de viajeros al año la estadística de uso. Si ahora, con algo más de 800 mil pasajeros de aumento ya empieza a haber problemas, si se sigue en esa progresión, el metro del Vallès pronto se parecerá al metro de Tokio y habrá que contratar a personal que “ayude” a los viajeros a entrar en los vagones.
Por otra parte, dicho como mera constatación objetiva, si queremos una linea de Ferrocarrils de la Generalitat realmente eficaz, es necesario no sólo aumentar las frecuencias todavía más en las horas punta, sino también a lo largo de la jornada, que realmente se parezca la linea a una de metro. Y puestos a reivindicar, sería no sólo deseable, sino necesario que se acortasen los tiempos de desplazamiento a Barcelona. Todo ello no es posible si no se aumenta la capacidad de la cola de maniobras de Plaça de Catalunya y se instala la doble vía, algo que lógicamente no puede hacerse de un día para otro, pero que es el gran reto de FGC.