Las cifras del desempleo en Terrassa han descendido durante el mes de abril en 373 personas. La cifra es buena por cuanto se mantiene una tendencia, pero si entramos en los detalles no podemos decir que la situación esté, como en el resto de España, para tirar cohetes. Parece ser que tenemos que darnos por satisfechos con una cifra global de paro registrado de cuatro millones de personas que en Terrassa se traduce en una cifra que supera ampliamente los 18 mil desempleados. En ese sentido, Terrassa no disfruta de una situación privilegiada en relación a su entorno puesto que en el Vallès el paro ha descendido seis décimas más, una cifra similar a la global de Catalunya.
Todo y que el resultado de abril es bueno y aún podría decirse que esperanzador, la situación económica sigue siendo sumamente complicada y el movimiento que parece registrarse a ciertos niveles no llega, ni mucho menos, a pie de calle. Una prueba palpable de ello es la precarización del empleo, la reducción de los salarios, el poco empuje de los contratos indefinidos y el intolerable nivel de desempleo juvenil. A ello podemos añadir la desconfianza de los consumidores y los síntomas de estancamiento que se están observando en algunos indicadores, como por ejemplo la ralentización en la disminución de las cifras del paro y en las afiliaciones a la Seguridad Social, siempre un termómetro a tener muy en cuenta. Una lectura más benévola, como se ha hecho por parte de algunos actores económicos es la de decir que estamos ante un crecimiento más estable.
Eufemismos al margen, no cabe duda de que la cifra de contratos temporales y de contratos a tiempo parcial dan una idea de la falta de calidad en el empleo en lineas generales y no digamos ya si entramos a analizar la situación de los parados de larga duración y de los mayores de 45 y 50 años., segmentos en los que el análisis se hace tan doloroso como entre los jóvenes debido a los condicionantes familiares que los acompañan.
En todo caso, cualquier cifra positiva en torno al empleo debe ser bienvenida. Aunque sea en precaria cualquier trabajador prefiere un empleo a un subsidio, pero sigue siendo injusto realizar una lectura optimista de las cifras. Las cifras frías dicen que el empleo desciende, pero si entramos en el detalle y en la realidad del empleo que se está generando en España, no podemos, ni mucho menos, sentirnos satisfechos.