El punto 1.4.1. del programa electoral del PSC para las elecciones municipales del año pasado lo decía bien claro: "Trasladar el despacho del alcalde cada cierto tiempo a los diferentes equipamientos cívicos que se sitúan en el territorio". Dicho y hecho. Esta semana hemos visto cómo el alcalde, Jordi Ballart, y su equipo técnico y político formado por los concejales del equipo de gobierno municipal se han trasladado al distrito 5, al centro cívico Avel·lí Estrenjer. De esta forma no sólo cumplen con el programa electoral, sino que continúan con la idea que el alcalde ya inició la legislatura pasada.
Todavía hoy, con un poco de acierto, muchos ciudadanos piensan que los políticos están alejados de la gente, de sus problemas y sus necesidades. Y este sentir también se hace extensivo a la clase política local, en este caso con más desacierto por parte de quien lo piensa. Por eso mismo, acciones como ésta contribuyen a la necesaria reconciliación de la ciudadanía con sus gobernantes.
Habrá quien piense que es una medida electoral. Habrá quien crea que lo hacen de cara a la galería. Pero sólo hay que conocer al alcalde y a las personas que lo rodean para darse cuenta de que ésta es su forma de entender la política: un servicio público siempre a favor de los vecinos y, cuanto más cerca de ellos, mejor.
También estarán los que le quiten importancia, los que asuman que ésta es una medida que debería ser normal y estar generalizada pero, aun teniendo razón, no nos resulta difícil apreciar que esto no es así. En Terrassa es inédito que todos los miembros del gobierno municipal trasladen sus despachos y sus equipos a los barrios, teniendo su sede en todos los centros cívicos de la ciudad. Nunca hemos visto que se celebre una Junta de Gobierno en un equipamiento público de un barrio. Y esto hay que ponerlo en valor.
Este gesto, sencillo pero importante, está cargado de contenido político. No se trata sólo de fijar el despacho en un barrio. Se trata de acercar la política y la Administración (local, en este caso) a la ciudadanía. Cuanto más cerca esté el político de su "administrado", mejor conocerá su situación y más eficaces serán las acciones políticas que lleve a cabo para mejorar su calidad de vida. Éste es un paso más del gobierno municipal, formado por PSC y CDC, en pro de la proximidad y la transparencia. Un Ayuntamiento con las paredes de cristal, y ahora también más allá del Raval.
El autor es secretario de política municipal del PSC Terrassa