Hay cosas que no se entienden. Es más que probable que sea fruto de la falta de atención, aunque será, con más seguridad por la falta de conocimientos. Para situarnos, el Ayuntamiento convocó un concurso para la concesión de los comedores escolares. La adjudicación a Sehrs no anduvo exenta de polémica. Hubo controversia porque se adjudicó a una gran empresa como Sehrs que proporcionaba al Ayuntamiento una importantísima cifra de becas comedor. Para resumir, esa cuestión fue determinante en la elección final. Los argumentos del algunos partidos de la oposición en contra de Sehrs, esencialmente el frente de izquierdas, iban más allá, pero hoy, aun teniendo su importancia, el fondo del asunto no es el objeto de la voluntad de entender. Se trata del procedimiento.
En cualquier norma existe un cierto margen a la interpretación. Es natural puesto que si en el ámbito jurídico dos y dos siempre nos diesen cuatro no harían falta jueces. A veces hay decimales. Lo raro es que exista una diferencia de criterios en el procedimiento administrativo o al menos que exista de tal magnitud. A veces se da, es evidente, pero no tan extrema. Concretando, en este caso, la Fundació Pere Tarrés, que acudía al concurso junto a la empresa Arkasa, presentó un recurso al Ayuntamiento en el que cuestionaba la decisión técnica de la elección de Sehrs. El Ayuntamiento respondió diciendo que la alegación de la Fundació Pere Tarrés y de su partner debía ser resuelta en el Tribunal Català de Contractes del Sector Públic.
Los recurrentes manifestaron en aquel momento su extrañeza e incluso este rotativo publicó que el responsable de la Fundació entendía que el recurso debía resolverlo el propio Ayuntamiento e incluso llevarlo al pleno. Pues efectivamente, el Tribunal Català de Contractes se declaró incompetente y manifestó de forma inequívoca que el recurso lo debía resolver el Ayuntamiento. Se dirá, y seguramente no sin razón, que esto es habitual y que es una diferencia de criterios lógica a la hora de interpretar una norma, pero empieza a resultar sorprendente las incidencias que se producen en el Ayuntamiento en torno a los concursos públicos. No parece normal. Esto, con todo, no cambia, por el momento, la situación. Sehrs sigue siendo adjudicataria, aunque asumirá la concesión después del verano. El Ayuntamiento fallará en contra del recursos, sin duda, esperemos, no obstante, que Ciutadans siga dado su confianza y se alinee otra vez con el equipo de gobierno en el pleno, de lo contrario, se avecina un nuevo embrollo.