El Equipo de Gobierno quiere evitar en el servicio de autobuses un verano como el pasado y ante la posibilidad de que pueda producirse una situación similar ha decidido acudir al mercado de ocasión y reforzar la flota con cuatro autobuses de segunda mano. Recordemos que el verano pasado se sucedieron las quejas de usuarios por el estado de los autobuses. Las averías fueron constantes especialmente en lo referido al funcionamiento del aire acondicionado y a la apertura y cierre de puertas, además de cuestiones de tipo mecánico. Se llegó al extremo de que dos autobuses se quemaron en un margen de pocos días lo que provocó la alerta de entidades vecinales y generó un estado de opinión negativo en torno a la flota de autobuses.
El Ayuntamiento está ahora a la espera de renovar la flota con la compra de nuevos vehículos, pero las primeras unidades de las quince que se deben incorporar no llegarán hasta finales de este año o principios del próximo. La aprobación en el pleno no fue fácil debido a la diferencia de criterios de los partidos en lo referente al modelo de autobuses a incorporar. Mientras el equipo de gobierno abogaba, como finalmente se hará, por una compra mixta de autobuses híbridos y diesel, la mayoría de la oposición defendía una apuesta firme por una flota sostenible con motores híbridos.
Sea como fuere, la cuestión está en ver cómo se solventa la situación hasta la incorporación de las nuevas unidades; especialmente en cómo se pasa el verano. Si se optará por la compra o alquiler de vehículos usados o se hace un acto de fe con la flota actual. Habrá que ver también cómo recibe la oposición el anuncio de que existe esa posibilidad. Mañana hay pleno, no es mal día para comprobarlo.
La edad media de la mayoría de autobuses es de doce años, que parece ser que es el tiempo recomendable de uso de vehículos con un nivel de exigencia en su uso como puede ser un autobús urbano, pero hay unos 25 vehículos que tienen catorce años de antigüedad. No podemos decir que la flota de autobuses de Terrassa esté obsoleta, pero no cabe duda de que es vieja y que el verano pasado no atravesó por sus mejores momentos. Se comentó desde la empresa que el nivel de incidencia había sido el habitual y la mayoría de ellas provocadas por las elevadas temperaturas que ciertamente se registraron. Independientemente de cómo se presente el verano, será difícilmente justificable una temporada estival como la pasada. Como se hace difícil justificar que se haya retrasado tanto la renovación de la flota.