Opinió

Finalmente

Parece que habrá autobuses nuevos. El equipo de Gobierno ha pactado con Ciutadans la aprobación de la compra de quince nuevas unidades que se incorporarán a la flota progresivamente desde este año y hasta 2018. Finalmente, se comprarán los seis híbridos que proponía el equipo de gobierno y el resto serán diesel. Al margen de la cuestión de estrategia política que cada partido despliega en el pleno, se hace difícil establecer un criterio que en definitiva es puramente político. Lo que está claro es que la flota de autobuses de Terrassa necesita una renovación (no es necesario recordar las incidencias que se han producido, especialmente entre el verano y finales de 2015).

Los principales argumentos en torno a la compra de autobuses tienen fundamento: la prudencia del equipo de gobierno para comprar únicamente seis híbridos y comprobar su rendimiento; la apuesta definitiva por un transporte público sostenible que realiza Terrassa e Comú y a la que parece que se suma Esquerra e incluso la pragmática de Ciutadans, que ahora abandona para acompañar a PSC y Convergència. A bote pronto, parece una buena oportunidad aprovechar la coyuntura, apostarlo todo a la preservación ambiental y sustituir la flota completa por autobuses híbridos que garanticen una mejor relación del transporte público con su entorno. Es una buena forma, además, de transmitir a la ciudadanía un mensaje de sostenibilidad. La propuesta es sin duda atractiva, quizás arriesgada, pero ciertamente la más política. No obstante, también es razonable el argumento de la falta de recorrido hasta el momento de los autobuses de tecnología híbrida, más caros, y de los que parece ser que no hay datos concretos sobre su mantenimiento.

En todo caso, la decisión parece tomada, por lo que la apuesta firme por el transporte público híbrido deberá esperar y será en el futuro cuando se pueda valorar cuál de los posicionamientos era el más adecuado para la ciudad. Eso es la política.

Ahora, una vez aprobada la compra de nuevas unidades, en torno a los autobuses sólo queda por saber cuál será el futuro de la concesión. Recordemos que no hace mucho el concejal Marc Armengol manifestó que no tiene todavía decidido el equipo de Gobierno si se convocará un nuevo concurso o se optará por la municipalización del servicio. Demasiadas emociones.

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