El alcalde de Terrassa, Jordi Ballart, se reunió el jueves con el conseller de Empresa i Coneixement, Jordi Baiget, persona, por otra parte, vinculada personal y emocionalmente a la ciudad de Terrassa. En el transcurso de la reunión, según nota de prensa emitida por el Ayuntamiento, el alcalde Ballart trasladó al conseller Baiget “la preocupación del Gobierno municipal ante la proliferación de grandes superficies comerciales que últimamente se están implantando en el término municipal terrassense”. Y continúa la nota diciendo que en ese sentido, ambos coincidieron en la necesidad de proteger el pequeño comercio “pieza central del modelo comercial catalán”.
Con respecto a la segunda aseveración, es del todo cierto que el equipo de Gobierno, este y el anterior, han reiterado la necesidad de defensa y protección del comercio tradicional (sobre eso no hay controversia); lo que sorprende es la primera de las afirmaciones. En el pleno municipal del pasado 26 de noviembre se debatió una moción de la CUP en la que se solicitaba una moratoria en la concesión de licencias para la instalación de superficies comerciales en la ciudad. La moción se desestimó con el voto en contra, precisamente, del equipo de gobierno. Lo que sorprende no es el voto, sino la argumentación de entonces y la preocupación de ahora. El titular del ramo, el concejal Amadeu Aguado, dijo que en 2008 había en Terrassa 40 superficies comerciales y que en 2015 había 44 por lo que “la dinámica comercial no se había visto afectada” por las grandes superficies en la ciudad. El equipo de gobierno analizaba la cuestión de las nuevas instalaciones comerciales desde una “mirada positiva” porque “dinamiza la ciudad y la hace capital” y en su conjunto “beneficia al comercio global”.
En ese pleno no se mostró la más mínima preocupación desde el equipo de gobierno por la implantación de nuevas superficies; antes al contrario, se defendió, como decía el concejal Aguado, como elemento dinamizador de la economía y el empleo en la ciudad. Es precisamente por ello que la nota de prensa causa cierta sorpresa en los términos en los que se emitió. Es verdad que no ahonda en la cuestión y se limita a exponer la “preocupación”, por lo que no sabemos si los criterios han cambiado en el equipo de gobierno o si se han producido novedades en torno a la instalación de superficies comerciales que han llevado a modificar su posición al respecto. Quizás la CUP deba aprovechar el momento y presentar nuevamente su moción.