Opinió

El proceso continua

Si el análisis de los resultados de las elecciones de ayer se reduce a que la suma de votos de los partidos independentistas no supera el 50 por ciento se sigue sin entender nada. De la misma forma, los partidos soberanistas no pueden pensar que el trabajo está hecho y que tienen capital suficiente para declarar la independencia de Catalunya. El proceso independentista continúa y lo hace con más fuerza que hace unos meses y no cabe duda de que los resultados legitiman a Junts pel Sí y a la CUP a continuar con su hoja de ruta, pero todavía queda recorrido. Habrá que ver ahora cómo se gestiona esta victoria dentro de la heterogénea candidatura ganadora en la que sólo existe acuerdo en torno al proceso. No olvidemos que además de la hoja de ruta hay un país que gobernar.

Los resultados de ayer demuestran que tiene más tirón electoral la ilusión de construir y sobre ello se ha fundamentado la victoria de Junts pel Sí y el progresivo protagonismo que está consiguiendo la CUP con su discurso fresco y alternativo, dirigido a los que buscan una catarsis política con un horizonte esencialmente social.

Otra de las conclusiones que se pueden extraer del 27-S es que el PP ha iniciado en Catalunya un proceso de autodestrucción que puede alcanzar cotas imprevisibles en las próximas elecciones generales de diciembre. La táctica del Partido Popular de escudarse en el Tribunal Constitucional para solucionar el "problema catalán" ha devenido inútil y no sólo eso, sino que ha conseguido que en Catalunya se haya perdido el miedo al "demanem la lluna" que decía no hace tanto tiempo Josep Rull.

Dadas las circunstancias, lo más probable es que el sí siga arañando adeptos. De ser así, sería un sarcasmo de la historia que los que han negado la mayor en torno al referéndum, los que han considerado que el derecho a decidir no existe, sean los que en un futuro no muy lejano no tengan más remedio que acabar defendiendo esa opción como la única salida posible.

No sabemos si el Partido Popular, pero Mariano Rajoy empieza a no ser interlocutor válido para encontrar el encaje catalán en España. Habrá que ver, por otra parte, si el interlocutor catalán es Artur Mas, a quien la CUP no investirá como presidente. El partido que lidera el periodista Antonio Baños (es complicado hablar de líderes en la CUP) ha dicho que no investirá a Mas como presidente. La CUP es especialmente concreta y firme en sus decisiones.

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