Estamos en vísperas de un proceso que, si triunfa, nos abocaría a una revolución múltiple, que perseguiría gobernar con una visión marxista y anticapitalista (Podemos, ERC, las CUP, IC); además de llevar a cabo la separación de España y Europa, la ruptura monárquica, para sustituirla por la república; que como todo el mundo sabe no es garantía en absoluto de la mejora de las condiciones de vida de la población (y aquí, además de los citados, se suma CDC).
Las revoluciones nunca arreglan nada a la corta ni a la larga, y, si perduran, crean una sociedad empeorada, que nada tiene que ver con la que había. Hay dos ejemplos históricos: la Revolución Francesa de 1789, la 1.ª más importante de la historia europea, que llevó al poder a la burguesía… Fue un desquite, cuya venganza acabó llevando a la guillotina a la realeza, la nobleza y el clero, durante la época denominada del "Terror", que casi veinte años después vino a solucionar con puño de hierro Napoleón. La segunda es la soviética, en Rusia, en 1917, que acabó con 10 millones de muertos, que no eran todos ni zares ni nobles, sino pequeños propietarios, asesinados para quedarse el Estado con sus tierras. Esta imposición de los soviets (grupos o círculos, como los que ha montado Podemos) duró setenta años y empobreció a los rusos hasta la miseria y el alcoholismo, única manera de soportar aquel paraíso; frente a la Europa capitalista que tras la Segunda Guerra Mundial en treinta años alcanzó el liderazgo mundial en calidad de vida y bienestar económico de sus 500 millones de habitantes. Citemos la revolución china que dejó un reguero de 65 millones de muertos. Podemos recordar la revolución en España. Su primer paso fue echar al rey, porque tuvo la osadía de no condenar la dictadura de Primo de Rivera, que acabó victorioso la guerra de África y en 7 años llevó al país a un crecimiento económico que no se conocería hasta los años sesenta. Pues lo destituyeron en unas elecciones municipales el 14/04/1931. Y poco después los socialistas del PSOE, que habían gobernado hasta 1933 con los republicanos, y que soñaban con imitar a Rusia, se levantaron contra la República, de acuerdo con Companys, el mismo día 6/10/1934… y ahí empezó a gestarse la guerra civil de 1936. Ahora no es sólo uno, como entonces, el partido comunista: tenemos cuatro comunistas e independentistas; ninguno quiere a Mas (aunque ERC lo disimula). Podemos e IC dicen que no van con la lista burguesa de Mas porque los ensucia, pero quieren un referéndum (el derecho a decidir), no sólo para romper con España, sino también con Europa. Las CUP ya no pasan de rojas a verdes, como hizo IC, sino que le han quitado el nombre al PP y se hacen llamar Candidaturas de Unidad Popular (lo de "unidad" suena a monopolizar, y actuar todos juntos) (totalitarismo). Su líder es ese señor que se quitó el zapato esgrimiéndolo como arma arrojadiza… Éstos quieren: ¡independencia ya! Y ¡fuera de Europa!
La actitud de los socialistas del PSC, rechazando la independencia unilateral, es aparentemente sensata, pero su ambigüedad y división los pierde, con su hipotética reforma constitucional que permita un referéndum ¿para salirse otra vez?.. Pero no serán decisivos para nada si Podemos les gana en votos… Ciudadanos y PP son los constitucionales pero sus votos no serán suficientes si PSC y Podemos siguen jugando a esconder sus intenciones. Estamos ante una rebelión, antinatural: ¡una revolución de los ricos, que ya mandan! La región española más mimada desde el siglo XVIII con leyes protectoras que Stendhal critica porque los españoles pagaban la vara de algodón catalán a 4 francos, cuando el inglés de mejor calidad valía un franco la vara. Después vino el primer ferrocarril, la industria eléctrica, el monopolio de las ferias, la Seat, las autopistas primeras, el gas, el AVE, los JJ.OO. del 92. De bien nacidos es ser agradecidos. La deslealtad, las quejas y falsos agravios no pueden traer nada bueno.