Hoy es día de estreno en el Ayuntamiento. Hoy debuta en el pleno municipal el nuevo equipo de gobierno formado por el PSC, ganador de las últimas elecciones municipales y Convergència i Unió, sin duda el mayor damnificado en los comicios locales. El pleno coincide, más o menos, con los cien días de gobierno del alcalde y su primer equipo, el de transición hasta la consumación del pacto con CiU.
Es tremendamente complicado hacer un balance de estos primeros cien días del nuevo Consistorio. Suele pasar siempre que el inicio de la política municipal de verdad tras unas elecciones es lento y farragoso y mucho más si hay pacto. En este caso, mucho más porque el acuerdo se hizo público con el agravante de “agosticidad”; se retrasó expresamente la rueda de prensa al 31 de julio para diluir los efectos de la eventual crítica tanto para un partido como para otro en la canícula veraniega, especialmente intensa este año. Normalmente, los nuevos equipos de gobierno empiezan su actividad en septiembre y no es hasta bien entrado el otoño cuando cogen su velocidad de crucero. En este caso, además de que el pacto se formalizó meditadamente tarde, ha coincidido que el inicio del curso se ha visto condicionado por la campaña electoral. El problema, que entendemos que lo es, no es que se empiece tarde con motivo de la campaña, sino que se continúe al ralentí con motivo de la próxima, que será en diciembre.
Entendemos que no y que después del domingo la maquinaria del equipo de gobierno funcionará a pleno de rendimiento y entonces se empezará a definir su perfil, algo impreciso ahora. Parece un equipo un tanto sensible a cuestiones sociales por lo visto hasta el momento, pero se le acusa de dar sólo medio paso adelante. La elaboración de unos presupuestos realmente complicados darán la justa medida de ese perfil del nuevo equipo de gobierno, el que ha querido, esta vez sí, Jordi Ballart.
Hasta ahora, como grandes cuestiones, las relacionadas con pobreza energética y vivienda; se ha designado al comisionado del agua y se está pensando qué hacer con los autobuses. No hay todavía grandes decisiones y los concejales de CiU están aún aclimatándose. Algún golpe de efecto deben preparar más allá de la votación en favor de la incorporación de la ciudad a la AMI para visualizar su acción de gobierno y empezar a rentabilizarla. Se esperan grandes cosas en Desarrollo Económico, Industria y Ocupación.