La venta de coches sigue al alza. Esta afirmación en estos momentos ya no alcanza el rango de noticiable. El sector automovilístico continúa en la senda del crecimiento y parece que éste no tiene fin. Ayer se conocieron los datos de matriculaciones de julio, uno de los mejores meses de todo el año para los concesionarios. Como era de esperar, el resultado ha sido positivo y alcanza unas cifras difíciles de explicar en un contexto económico como el actual. En la provincia de Barcelona en el mes de julio se comercializaron casi un 25 por ciento más de coches que en el mismo período del pasado año. Es decir, por cada cuatro automóviles matriculados en 2014 este año se han vendido cinco. La situación de Barcelona no es excepcional. La media catalana es de un 26 por ciento y en Lleida, por ejemplo, se ha mejorado en un 36 por ciento. Estos datos mantienen la misma tendencia desde comienzos de año. Así, desde enero, el incremento en la provincia de Barcelona es de un 21 por ciento.
El sector vive, según admitían ayer diferentes asociaciones, un momento dulce. Este julio ha alcanzado un nivel de negocio superior al generado en el mismo mes en 1996, uno de los años con un mejor rendimiento. Las subidas de matriculaciones encadenan 23 meses continuados. Es decir, que en el ámbito automovilístico, se suman casi dos años de crecimiento, con unos porcentajes que difícilmente se pueden obtener en otras actividades económicas.
Es evidente que en la actual situación de crisis el parque automovilístico se ha ido envejeciendo de forma importante y que es preciso su renovación, ya no por una simple cuestión estética, sino sobre todo de seguridad viaria. Pero también es cierto que la puesta en marcha del Plan Pive ha resultado determinante en la recuperación de las ventas. El incentivo del Gobierno ha permitido a las diferentes marcas reducir precios y ofrecer atractivas ofertas que han tenido un impacto directo en las matriculaciones. Cuando se alcanzan estas cifras de ventas la pregunta es absolutamente imprescindible: ¿es necesario mantener este tipo de ayudas? Desde el Ejecutivo han tenido claro que la industria automovilística es fundamental para la economía española y que había que apoyar por el volumen económico y de empleo que genera. ¿Es el momento de realizar este respaldo a otros muchos sectores que también lo precisan?