La excepcional respuesta exhibida por los terrassenses en la fiesta de inauguración de la prolongación de Ferrocarrils evidencia el deseo y sobre todo, la necesidad, de que la ciudad pudiese disfrutar de una infraestructura ferroviaria básica para su vertebración y para su desarrollo. Esta reclamación tuvo su continuidad en la jornada de ayer, cuando FGC comprobó como el Metro de Terrassa empieza a funcionar y durante las primeras horas de la mañana experimentó un veinticinco por ciento de crecimiento en el número de viajeros. Probablemente imbuidos por el espíritu ciudadano de exigir infraestructuras de calado, a muchos les ha surgido la desoladora imagen de lo que debería ser un flamante nudo de comunicación y es desde hace un largo período de tiempo una desangelada rotonda en Can Trias, en el inicio de la B-40.
El IV Cinturó, una conexión viaria determinante para acercar el Vallès con el Baix Llobregat o Garraf sin pasar por Barcelona, sigue pendiente de la ejecución definitiva. Se han retomado los trabajos, aunque éstos no cuentan con los recursos necesarios para poder acortar plazos y conseguir que esta obra pueda ver la luz y realmente se convierta en una catapulta económica para la comarca.
Mientras se ha puesto en marcha el Metro de Terrassa, el IV Cinturó también se ha convertido en una alternativa para el tráfico rodado para cruzar de Sur a Norte la ciudad evitando pasar por el centro. Para muchos, esta vía es simplemente una ostentación, ya que se obtiene un mínimo resultado de la enorme inversión realizada hasta la fecha. Es evidente que con la amputación que existe en este proyecto, la utilización de la B-40 está tremendamente limitada y que no tiene sentido alguno sin la continuidad prevista y reclamada durante décadas.
Hay que esperar que después del baño de multitudes en el que se envolvió el President de la Generalitat, Artur Mas, durante la inauguración del metro, éste, independientemente del horizonte electoral que envuelve la política catalana desde hace meses, pueda acelerar todos los mecanismos para que el IV Cinturó reciba un impulso que permita ganar tiempo al tiempo. Mas pudo paladear en la tarde del martes en Terrassa la satisfacción que otorga cortar la cinta de una infraestructura como la prolongación de una línea de ferrocarriles. Que esta respuesta popular sirva para que unas elecciones no vuelvan a frenar la finalización de un proyecto tan importante como el IV Cinturó.