Esquerra Republicana y Partido Popular coinciden en sus valoraciones (es curioso, pero es verdad, plena sintonía entre Isaac Albert y Gabriel Turmo) en la valoración que realizan sus formaciones sobre las primeras semanas del equipo de gobierno del alcalde Jordi Ballart. Coinciden en recordarle al alcalde que tiene un gobierno en minoría y que es necesario oficializar un pacto, ya anunciado, que además mantendrá al gobierno en minoría y no le dotará de más estabilidad de la que ya tiene ahora. Ambas formaciones recuerdan al equipo de gobierno que la mayoría está en la oposición, aunque en realidad, el alcalde debe ser muy consciente y quizás sea la propia oposición la que debe tomar conciencia de ello.
Los partidos de la oposición, de momento seis, evidenciaron su posicionamiento en el primer pleno, pero quizás es todavía pronto para hacernos una composición de lugar, puesto que hay que esperar a que sedimente la llega al pleno, especialmente de Ciutadans para prever cuál puede ser el grado de coordinación de los partidos de la oposición, incluso cuando se oficialice el pacto entre PSC y la Convergència Democràtica de Miquel Sàmper. Si debemos hacer caso a lo ocurrido en el primer pleno, tan inestable es la posición del gobierno de Ballart como difícil el entendimiento de los partidos de la oposición, que no pudo sacar adelante ni una sola de las votaciones. Era lógica la postura de CDC dado el acuerdo que ya habían alcanzado con el PSC, pero el voto de confianza de Ciutadans a Jordi Ballart, incondicional en aquel momento, deberá confirmarse en próximos plenarios o evidenciarse que era a cambio de algo que no se materializó. Y aún si se da un cambio de actitud de Ciutadans, está claro que la formación de Javier González no va a dar un cheque en blanco a ERC y TeC para que sean estas formaciones las que marquen el paso de la oposición a lo largo del mandato. González quiere que su partido marque perfil y se advierte un trabajo en la oposición que puede llegar incluso a ser pendular.
Sea como fuere, tanto ERC como PP tienen razón en que es necesario que se firme el pacto entre PSC y Convergència y eche a andar ya el que será el equipo de gobierno real de este mandato en Terrassa. El gobierno real si la agenda de la política catalana no marca otras prioridades antes de la conclusión del mandato. Parece ser que será antes del pleno de julio. Es probable que esta misma semana tengamos ya algo en claro. O mejor, en más claro.