La reacción de los partidos a la entrevista que ayer publicábamos con el alcalde de Terrassa Jordi Ballart no se ha hecho esperar. El titular del inminente pacto con CiU ha acaparado la atención de las notas de prensa tanto del que será socio de gobierno como de Terrassa en Comú y también de Ciutadans. De este último vale la pena especialmente destacar una frase de su comunicado de prensa: “(…) en el primer pleno del mandato, Ciudadanos dio un voto de confianza para empezar a gobernar la ciudad.” Sin duda, una elipsis elocuente. Hubiese sido interesante conocer el contenido de las conversaciones entre PSC y Ciutadans, saber qué quisieron decir unos y que entendieron los otros. En cualquier caso, como conclusión, es poco probable que la actitud de Javier González en el próximo pleno sea tan condescendiente.
Pero en la entrevista, de denso contenido, se tocaron temas de relevancia en los que el alcalde, hombre de férreas convicciones, mantiene una postura de gran significación tanto política como técnica y quizás los árboles no nos dejan ver el bosque. En primer lugar podríamos destacar su posicionamiento con respecto a la entrada de Terrassa en la Associació Catalana de Municipis, votación para la que dará libertad de voto. La cuestión la anunció, curiosamente el mismo día que el líder de su partido, Miquel Iceta, desvió nuevamente el rumbo de la formación hacia el federalismo que pretende cambiar la Constitución.
Pero también hubo otros temas de gran interés, como la posibilidad de un cambio de criterio en el modelo de gestión de los autobuses, que viene motivado por la polémica generada en torno al concurso público de la concesión, que significó un cúmulo de despropósitos. No deja de ser sorprendente que en tan pocos meses se dé un giro de forma tan radical por lo que, si se toma la decisión, será interesante conocer los motivos que la han provocado. En ese sentido, contrasta la posibilidad con el rumor del estudio de someter a concurso el servicio de recogida de residuos.
El alcalde, por otra parte, mantiene la voluntad del referéndum sobre el agua, aunque no especifica si será vinculante o no. Se limita a decir que quiere conocer cuál es la opinión de la ciudad al respecto en un tema de gran complejidad en el que los ciudadanos necesitaremos de mucha información. Respecto de la riera del Palau, anunció el cubrimiento de una parte como gran proyecto del mandato. Lo preocupante es que la zona es realmente insegura.
