Cuando nació Parc Vallès se generó una notable polémica en la ciudad, de la magnitud del debate que se abrió cuando en su momento se anunció la posibilidad de que se instalaría un Corte Inglés en la ciudad o las movilizaciones que se produjeron cuando se hizo público que Continente (después Eroski) construiría una tienda prácticamente en Ca n’Anglada, al otro lado de la riera. Cada uno de esos proyectos iba a acabar con el comercio tradicional de Terrassa. Cómo ha cambiado la oferta en la ciudad y en la sociedad de consumo en general que ahora son precisamente esas superficies las que deben reinventarse para no perder el tren de ese consumo. Algunas de ellas, las que debían ser una amenaza se han visto amenazadas y afectadas por una oferta, precisamente desde dentro de las ciudades a través de las medianas superficies y la potencia de la oferta de un centro peatonal sólido y en constante evolución.
Ahora, Parc Vallès, incorporado a la trama urbana, reestructura a fondo su oferta y busca firmas de primer nivel. La afectación que puede tener esa oferta sobre el conjunto de la estructura comercial de la ciudad es imprevisible o puede que deba entenderse no como una afectación en negativo, sino como una incidencia que resitua la oferta comercial de una ciudad. Seguro que la Escodi tiene estudios científicos al respecto, pero hemos podido comprobar como se pensó que Decathlon iba a acabar con las tiendas de deporte de la ciudad; Mercadona iba a acabar con las pequeñas tiendas de alimentación en los barrios, pero ha afectado ha a las grandes superficies y por el contrario parece que los comercios de alimentación especializados observan un cierto impulso, como las fruterías o los colmados que priman productos de calidad o las tiendas de conveniencia en las que puedes comprar a cualquier hora. Es decir, ante una nueva realidad, la oferta se resitua.
El comercio es camaleónico y un sector superviviente por naturaleza. Es probable que de lo que se trate de pensar en un crecimiento económico de la ciudad de forma global. La apertura de nuevas superficies en Parc Vallès generará oferta, por supuesto, pero también demanda, al igual que si se materializa el proyecto de ampliación de la superficie comercial de Carrefur en Can Parellada. Una demanda que puede venir de la propia ciudad, pero también de las poblaciones de los alrededores. La actividad económica hay que entenderla como positiva.