Irremediablemente, a Podemos y en general a las fuerzas políticas que basan buena parte de su propuesta en la regeneración democrática y en la lucha contra la corrupción y en favor de la conducta intachable de la clase política se les exige un plus, como a la mujer del César. Se ha podido comprobar con la no designación como concejal de cultura de Guillermo Zapata en Madrid. El hombre que estaba destinado a ocupar esa concejalía se ha visto obligado a dar un paso atrás en lo que ha sonado a dimisión cuando en realidad aún no estaba nombrado. Los mensajes que escribió en las redes sociales hace algunos años le han pasado ahora factura.
El control al que van a estar sometidos los miembros de partidos como Podemos o Ciudadanos, que han impuesto también como condición la depuración de sus socios de gobierno o de los partidos a los que hayan ayudado a gobernar tras las elecciones municipales, será de un rigor extraordinario y no se medirá por igual sus acciones u omisiones que las de otros partidos. Eta misma semana se han repasado declaraciones y mensajes de políticos de otros partidos, algunos de ellos absolutamente impresentables que no sólo no merecieron la dimisión, sino ni una sola disculpa por parte de sus protagonistas o de sus superiores jerárquicos en sus partidos.
En Terrassa, salvando las distancias, asistimos la semana pasada a un episodio sobre el que puede establecerse una comparación, no en el fondo, sino en el nivel de exigencia. Terrassa en Comú, llegó a un acuerdo con Esquerra Republicana para gobernar la ciudad si obtenía el apoyo necesario en la constitución del Ayuntamiento que debía celebrarse el sábado. Terrassa en Comú basa buena parte de su propuesta en la participación y convocaron una consulta el viernes, varios días después del acuerdo. Las redes sociales se activaron como consecuencia de haber llevado a cabo la consulta después del acuerdo. Desde todos los frentes se les exigía la consulta y se les recordaba que debía ser vinculante. La cuestión es que TeC llevó a cabo la consulta con el compromiso de "actuar en consecuencia" en referencia al resultado final. No hubo problema, TeC obtuvo el respaldo de sus simpatizantes y pudieron presentarse al pleno de la mano de ERC. La cuestión puede ser anecdótica, pero es una muestra de la rigurosidad con la que también aquí se va a seguir toda la actividad política que desplieguen formaciones como TeC, Ciudadanos o la CUP.