El Ayuntamiento tiene una estructura técnica que mantiene la ciudad en marcha y tradicionalmente, tras unas elecciones se tarda en activar la nueva maquinaria con el cambio de gobierno. En los últimos años el hecho de que hayan existido pactos ha ralentizado la constitución del equipo de gobierno y en realidad se empezaba a gobernar en el mes de septiembre. Ahora, al menos de momento, Jordi Ballart deberá contar únicamente con los suyos y vista le energía que mostró en su discurso de investidura es seguro que los pondrá a trabajar en seguida.
El alcalde se ha puesto las pilas y se ha puesto deberes desde el primer día. Ya en el discurso de investidura anunció para esta semana, entre otras cuestiones, su declaración de bienes, trámite que cumplió ayer, revisar los proveedores del Ayuntamiento, reunirse con las plantillas de los subcontratados de Movistar, realizar un congreso en Terrassa de administraciones públicas, establecer contacto con las entidades del tercer sector o iniciar las conversaciones para el que se prevé como su gran proyecto del mandato el parque logístico de la mancomunidad, una gran “puerto seco” que convierta la zona en el gran referente para las empresas logísticas y de distribución. La limpieza de la ciudad es una de sus grandes preocupaciones como el diseño de una nueva estructura de gestión en el Ayuntamiento, algo que ya avanzó durante la campaña y que se espera con cierta expectación.
Y claro, formar gobierno. Las conversaciones con los responsables de Convergència i Unió se intensificarán en estos días, de hecho ayer debía celebrarse una primera reunión que finalmente no pudo ser. Hay una mano tendida que se hizo verbo en los discursos tanto del portavoz del PSC, Alfredo Vega, como del propio alcalde. La forma en como se materialice la colaboración entre ambas formaciones está por determinar, pero pocos dudan ya de que se producirá para dar solidez al gobierno de la ciudad.
La oposición será severa, pero si hay algo que valga la pena destacar por encima de cualquier otra cuestión del acto de constitución del Ayuntamiento del pasado sábado fue la seriedad, la corrección y la carga política de los portavoces de los diferentes grupos. Un total de siete formaciones que demostraron en sus intervenciones y desde sus diferentes posiciones, un alto grado de responsabilidad que marcará sin duda su papel a lo largo del mandato.
