EL espacio que va desde el 24 de mayo hasta el 13 junio es un trecho que tanto el PSC como Terrassa en Comú (TeC) pretenden recorrer al sprint. El PSC desplegando lo que mejor sabe hacer, lanzar mensajes, a veces contradictorios, sobre el tablero tratando de imitar a los clásicos maestros del ajedrez, desde nuestro punto de vista una maniobra pactista que sólo trata de apuntalar la silla de la alcaldía para Jordi Ballart, con el objetivo de que no se traquetee los más mínimo hasta el 2019. Por el otro lado Xavi Matilla, el líder de TeC, que parece que ha estado tratando de desbancar la lista más votada en estas elecciones a toda costa, incluso tanteando a la derecha líder de los recortes y de la corrupción en Catalunya que se llama CiU. El PSC porque no puede dejar de ser un partido decadente y TeC porque no puede disimular su tacticismo tan criticado en la “casta”, son dos caras de la misma moneda, representan lo viejo y lo más viejo de manera simultánea; atentos, los próximos acontecimientos nos darán la razón.
A Terrassa le sobra politiqueo y le falta sensibilidad por los más desfavorecidos, le sobran estrategas de salón y le faltan profesionales que recompongan la economía, le sobran arribistas y le falta compromiso con los ciudadanos, sobra grasa y falta músculo. No se trata de pactar para asegurarse unos sillones, se trata de respetar la voluntad de los ciudadanos expresada en las urnas, se trata de arrancar el mandato con la vista puesta en la recuperación económica, la lucha contra el paro y la pobreza, el fomento de la actividad, el fortalecimiento de la política educativa y de servicios y de mejorar el trato fiscal de las clases medias y trabajadoras; ése es el pacto que Terrassa necesita a nuestro juicio y ése es el objetivo irrenunciable de los concejales de Ciutadans durante los próximos cuatro años; con humildad, con generosidad, pero paso a pa- so, propuesta a propuesta, con responsabilidad pero sin cheques en blanco para nadie. Ciutadans tiene una propuesta que no es un pacto entre partidos, es un acuerdo entre los representantes salidos de las urnas y el conjunto de los ciudadanos de Terrassa, en esa confluencia aquellos que tengan como principio la lucha contra la corrupción, la transparencia y el respeto constitucional tendrán a Ciutadans como compañero de camino, lo demás no nos interesa.