La patronal PimeComerç acaba de publicar un estudio que demuestra que el fenómeno del top manta tiene un impacto económico negativo de más de 130 millones de euros en la ciudad condal. De ellos, 65 millones van en perjuicio directo para el comercio de proximidad; otros 69 millones son los que estaría perdiendo la industria debido a la comercialización de falsificaciones. Estas son las conclusiones que se desprenden del informe publicado por el Observatorio de PimeComerç, el primer estudio de estas características que se elaborar después de aglutinar todos los datos conocidos hasta ahora sobre esta práctica. La patronal catalana Pimec está presente en el Vallès Occidental con sede central en Sabadell y delegaciones en Terrassa y Sant Cugat del Vallès.
Uno de los principales problemas de este impacto negativo en el comercio es que este sector ve durante el año como otros competidores desleales realizan su actividad sin tener que afrontar obligaciones tributarias, ni laborales, ni licencias de actividad, ni limitaciones de horarios, etcétera.
Por ello mismo, dice PimeComerç, no se constata ninguna voluntad política para acabar con este problema que ha tenido un "crecimiento exponencial en los últimos años en parte debido a la permisividad que ha habido en torno a esta actividad ilegal". En este sentido, la práctica de la venta de productos del top manta en la vía pública está generando un perjuicio directo para la hacienda local, ya que no está ingresando los derechos de ocupación de la vía pública generados. Cada mantero le cuesta anualmente a la Hacienda municipal de Barcelona unos 1.400 euros, lo que significa que cada año el Ayuntamiento de Barcelona deja de ingresar por el cobro de licencias municipales más de 1,2 millones de euros. "Del mismo modo que se hace un control exhaustivo del uso del espacio público de las terrazas, de las floristerías y otros comercios, y se les cobra la licencia pertinente, queda patente que esta medida no se hace de igual con el top manta", dice PimeComerç
Falta de control
Esta permisividad y la falta de un control contundente sobre el top manta es lo que acaba generando un impacto económico negativo de más de 130 millones de euros sólo en Barcelona ciudad, de los que unos 65 millones de euros tienen un impacto directo sobre los ciudadanos y sobre los comerciantes de la ciudad.
Según asegura en un comunicado Àlex Goñi, presidente de la patronal PimeComerç, "el comercio está perdiendo millones de euros por la competencia desleal de la venta ambulante ilegal y ya es hora de que las administraciones asuman el reto con responsabilidad y deber público y tomen las medidas adecuadas para que este problema se acabe". En este mismo sentido, Àlex Goñi, añade en la citada nota de prensa que "hay que poner punto y final a la permisividad y la impunidad de la venta ambulante ilegal y hay que detener inmediatamente la cadena de consumo de productos falsificados e ilegales, desde su producción y / o importación hasta su comercialización, y esto requiere una voluntad política coordinada.