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La familia Galí se desvincula de Mina después de cuatro generaciones

La familia Galí, que durante más de un siglo ha estado relacionada con Mina, Aigües de Terrassa, ha vendido su paquete accionarial y el hasta ahora presidente, Marià Galí i Segués, ha renunciado al cargo. Con ello se ha puesto punto final a cuatro generaciones de la familia Galí en cargos de responsabilidad en Mina. Marià Galí comunicó, durante el consejo de administración celebrado el pasado miércoles, tanto la venta de las acciones de la familia (él personalmente se quedó con un paquete "testimonial") y su decisión de poner punto y final a una etapa de casi veinte años como presidente (desde mayo del año 2000, cuando sustituyó en el cargo a su padre, Joan Baptista Galí i Barba). La parte mayoritaria del capital sigue en manos de Agbar, que estaba en Mina con el 37% del capital a principios de año Sin embargo, ese porcentaje ha variado notablemente.

La compañía hizo en mayo una oferta de adquisición de acciones, al que se ha acogido el 48% del capital. La oferta ha tenido éxito por el "interesante precio" marcado por Agbar y ante la actual situación de la empresa; un menor volumen de negocio tras dejar el abastecimiento directo de agua en Terrassa por la municipalización del servicio. En el marco de este proceso societario abierto, que ha reforzado notablemente a Agbar como primer accionista (por encima del 80%), la familia Galí se ha desprendido de sus participaciones. En esta esta tesitura, y ante los importantes cambios accionariales, todos los consejeros presentaron su renuncia el miércoles y se procedió a elegir un nuevo consejo de administración que estará encabezado por Antoni Abad, máximo responsable de Cecot, como presidente. Precisamente uno de los socios de "referencia" que continúa en Mina es la fundación del Institut Industrial i Comercial, integrada en Cecot. "Es un momento para continuar apoyando a la compañía; abrimos una nueva etapa y tenemos ante nosotros nuevos retos que queremos transformar en oportunidades", manifestó a este rotativo Antoni Abad, que añadió que "no vamos a ser socios resignados en el consejo; queremos dar un impulso".

Redefinir la relación
Entre los objetivos a perfilar, según Abad, es la "vinculación y la relación de la compañía con Terrassa; queremos que evolucione a favor del servicio y la ciudadanía y eso nos llevará también a hablar con el nuevo equipo de Gobierno. Es lógico que Mina plantee poder continuar colaborando para ofrecer el mejor servicio posible". En este sentido, mostró su "predisposición a colaborar con el Ayuntamiento".

Marià Galí formaba parte de la cuarta generación de su familia que ha ejercicio puestos de responsabilidad en la Mina Pública d ‘Aigües de Terrassa, constituida en 1842. Su bisabuelo Joan Baptista Galí i Coll fue el primero, ejerciendo como administrador a principios del siglo XX. Luego su abuelo Marià Galí i Guix sería gerente antes, durante y después de la Guerra Civil. Su padre, Joan Baptista Galí i Barba, fue gerente, consejero delegado y presidente. Marià Galí asumió la dirección general de la compañía el 1 de abril de 1985, cargo que compaginó con la presidencia a partir del año 2000 sustituyendo a su padre Joan Baptista Galí i Barba. Marià Galí dejó la dirección general de la distribuidora en septiembre de 2003.

La renuncia a la presidencia de Mina se produce escasas semanas después de que el propio Marià Galí dejará también la presidencia en otra entidad de gran relevancia para la ciudad, la Cambra de Comerç Terrassa, que ocupó durante casi trece años. Galí decidió retirar su candidatura en el reciente proceso de renovación de los órganos camerales para dar su soporte a Ramón Talamàs, candidato auspiciado por Cecot, que finalmente se impuso en los comicios por delante de una lista independentista.

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