Será el fondo Letterone del magnate ruso Mijail Fridman el que tenga que llevar a cabo los cierres y cargar con el ERE, después de que el mes pasado se cerrase la opa que presentó por la cadena en febrero. El fondo logró el 69,76% de las acciones de la cadena y tiene ya el control del consejo de administración. Su plan de reflote de la empresa, tras arreglar su desequilibrio financiero, pasa por un estudio en profundidad de las tiendas y su reforma para adecuarlas a un formato más actual. En ese proceso no descarta cierres, aunque su objetivo a largo plazo es ampliar la presencia con un formato de proximidad, con una mejor oferta de productos frescos y una mejora de la marca blanca.